2 Timoteo 2:1|RVR1960
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Vivimos en un mundo cambiante, que día tras día está evolucionando, pero así como ha avanzando la ciencia, también ha avanzado el pecado, y podemos ser envueltos por el mundo sino estamos firmemente cimentados en la roca que es Cristo.
La gracia de Dios es la que nos hace brillar. En tus momentos de angustia, es la gracia de Dios quien te recuerda que EL es tu Padre y tu eres su hijo, y nada podrá soltarte, es por esto que en medio de un mundo de envuelto por el pecado, el estrés, la angustia, las pasiones desordenadas, Dios nos ha puesto como luz del mundo, permaneciendo firmes en EL, mostrándonos como cristianos genuinos, y que su presencia opera en nosotros.
LA GRACIA DIVINA DE DIOS
El término gracia es de origen latín “gratia” que significa benevolencia, favor o beneficio que se recibe sin ningún tipo de merecimiento.
Cuando no comprendes el concepto de la gracia divina, no puedes esperar que esta se vea reflejada en ti, debes ser benevolente con tu prójimo. A muchos se les ha olvidado el concepto de benevolencia, se han vuelto sabios en su propia opinión, convertidose en ignorantes. No juzgues, ni critiques a tu hermano, a causa de sus tropiezos o caídas, porque todos somos hijos del mismo Padre , y si tu hermano no se encuentre al mismo nivel espiritual que el tuyo, no tienes porque desecharlo, sino más bien vuélvete un agente de compasión y ayuda a tu prójimo.
Cuando entiendes que la gracia está sobre ti, aprendes a vivir confiado sabiendo que en los momentos más difíciles de tu vida, la gracia de Dios te sustenta, te levanta y te santifica para encaminarte al destino que ya él preparó de antemano.
Éxodo 33:13|RVR1960
Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo.
La gracia de Dios te anima a buscar cada día su presencia, porque su amor se ve reflejado diariamente en tu vida. La gracia de Dios no la compramos con el ayuno, ni con la ropa que portamos, ni con nuestros bienes, sino que fue por el Sacrificio Santo que ÉL hizo en la Cruz del Calvario, que esa gracia se derramó en nosotros.
AMAD@, Valora la gracia de Dios, porque mientras más respeto tienes en su presencia, más vas creciendo en lo que se te fue encomendado, y los ojos de Dios están fijos en ti, para socorrerte, levantarte y llevarte por las sendas que ÉL ha trazado sobre ti, no te aflijas si estás caído, turbado, y sin rumbo, porque él ha prometido levantarte y nunca desampararme, porque su gracias y su misericordia te rodean. Dios es un Dios fiel a su llamado, y a los que él ha elegido él capacita y posiciona en lugares de excelencia.
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La Gracia sea con todos ustedes,
Fabio R. Ventura.
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