Juan 9:7-8 RVR1960| y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo. 8 Entonces los vecinos, y los que antes le habían visto que era ciego, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Todos tenemos un antes y un después en nuestras vidas, luego de haber tenido un encuentro con nuestro Señor Jesucristo; y este fue el caso de este hombre, quien era ciego de nacimiento. Cuando los discípulos lo ven le hacen una pregunta a Jesús que muchos hoy día al ver tu proceso también se preguntan ¿Que pecado fue el que lo llevó a esto? Pero quiero hacer más énfasis en la respuesta de Jesús, y en Juan 9:3| Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él. No queremos dejar de reconocer que la práctica del pecado te puede destruir, pero aquí se trata del proceso que vives, que lo estás experimentando en tu vida y con tu familia, para que el poder de Dios se manifieste de una manera extraordinaria.

En ocasiones algunas personas van a cuestionar tu proceso, solo porque estás en una etapa de tu vida que necesitas mas del poder de Dios para salir de la condición o circunstancia en la que te encuentras, que en tus capacidades humana; así que aunque estés viviendo una temporada que ha sido bastante larga, difícil de superar debes recordar que antes de la fundación del mundo, tu historia ya estaba escrita en sus libros, así que nada de lo que estás viviendo es sorpresa para Dios, Él no juega a los dados, Él conoce hacia dónde te va a llevar este proceso, sino lo abortas. Toda esta obra que estás viendo ante tus ojos efectuarse, es para traer libertad emocional, espiritual, física y financiera a tu vida; no estás caminando sólo, el Todopoderoso está escuchando cada una de tus oraciones y tus lágrimas están en su redoma, y muy pronto verás sus respuestas, entonces tu boca se llenará de risa y tu lengua de alabanzas, al ver las maravillas de Dios, obrando a tu favor.
Salmos 56:8 NTV| Tú llevas la cuenta de todas mis angustias[a] y has juntado todas mis lágrimas en tu frasco; has registrado cada una de ellas en tu libro.
¿QUE CAMBIÓ EN ESTE HOMBRE CUANDO JESÚS SE MANIFESTÓ A SU VIDA?
¿NO ES ÉSTE EL QUE SE SENTABA Y MENDIGABA?
Esta es la pregunta que muchos se hicieron después que el ciego tuvo su encuentro con Jesús. Notemos que la pregunta fue formulada en tiempo pasado: Mendigaba. Este hombre ya no era reconocido por lo que hacía, sino por lo que ahora era, y este es el principal objetivo del Espíritu Santo en nuestras vidas, quitarnos esa ceguera espiritual, para que dejemos de mendigar al mundo o al hombre lo que Dios tiene de sobra para darnos. Y quiero que sepas que este es el objetivo principal de este devocional, provocar que entiendas que eres una joya valiosa para Dios, y que Él no te ha creado para que vivas atado a la esclavitud del pecado; cuando pasaste de ser criatura y te convertiste en hijo, te dio el derecho de recibir su protección; pero el problema radica cuando desconoces esta verdad, y tratas de buscar en el mundo y en el ser humano lo que solo Dios puede llenar. Deja de estar arrastrándote por migajas, cuando tu posición es la de hijo redimido por la Sangre del Cordero; saca de tu mente esas palabras que el enemigo te vive enviando, no eres un fracasado, no eres un desechable. Repítetelo diariamente: Soy Hijo de Dios, redimido y comprado por la Sangre de Jesucristo, y valgo cada gota que Jesucristo derramó en la cruz del Calvario por amor a mí, y en Él soy más que vencedor.
RECONOCE QUE JESÚS FUE QUIEN LO HIZO
Cuando las personas vieron el cambio tan notorio en este varón, lo llevaron ante los religiosos fariseos para que investigarán como sucedió, y estas fueron las palabras del que era ciego. Juan 9:1| Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista. Amado Lector, muchos al ver tu transformación se van a cuestionar como pudiste hacerlo, y esa será la oportunidad que debes aprovechar para testificar de lo que Jesús está haciendo en tu vida, anunciale al mundo que no hay situación o problema tan difícil que el poder de Dios no pueda cambiar, porque el tiempo de mendigar se acabo en tu vida, y tendrás tanto, que aun otros serán bendecidos por causa de la obra de Dios manifestada en tu vida y en los tuyos, pero en todo esto, nunca se te olvide darle la gloria y la honra a nuestro Señor Jesucristo. Amén y amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes,
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960
NTV| Nueva Traducción Viviente