1 Samuel 30:4-6 RVR1960| Entonces David y la gente que con él estaba alzaron su voz y lloraron, hasta que les faltaron las fuerzas para llorar. 5 Las dos mujeres de David, Ahinoam jezreelita y Abigail la que fue mujer de Nabal el de Carmel, también eran cautivas. 6 Y David se angustió mucho, porque el pueblo hablaba de apedrearlo, pues todo el pueblo estaba en amargura de alma, cada uno por sus hijos y por sus hijas; mas David se fortaleció en Jehová su Dios.
Las personas que están llenas del Espíritu Santo, lo evidencian porque no pelean con sus fuerzas, sino con sus rodillas en el altar de oración. Cuando pierdes algo e intentas recuperarlo, tienes una guerra espiritual. Recordemos que satanás es un ladrón (Juan 10:10) y ¿Que ladrón quiere devolver aquello que ha robado?, y satanás no escapa de ser igual. En esta historia vemos cómo David y sus hombre sufren una valiosa e importante pérdida, sus familias han sido llevadas cautivas por el enemigo, y cómo es costumbre en el ser humano, lamentarse en vez de clamar, pero podemos aprender mucho del corazón de David en esta historia, porque a pesar de su pérdida, y el tiempo de lamentación que sufrió se acordó del Dios de restauración, que es bueno y misericordioso.

Hay tiempo para llorar y angustiarse, pero no puedes hacer de esta rutina el centro de tu vida, porque entonces le estarás abriendo una puerta al enemigo a través de tus emociones para que te ataque con desánimo, y tu fe se debilite y así te resignes a perder tu familia. En la guerra espiritual debes pelear con autoridad, nadie que esté desanimado podrá hacerlo, por esto el Espíritu Santo a través de este devocional te dice: El tiempo de lamentar tu pérdida ya pasó, ahora levántate en fe y toma esa autoridad que Jesucristo te cedió por medio de la cruz del calvario, y pelea por aquello que te pertenece.
¿CÓMO PELEAR POR LO QUE ME PERTENECE?
Dirección de Dios y movernos en su voluntad, David esto lo comprendía muy bien, porque a pesar que sabía que era la voluntad de Dios que fuera a rescatar su familia, el busco su aprobación antes de moverse, y aquí es donde muchos cometen errores que los llegan al fracaso, porque dan por hecho que algo es la voluntad de Dios, solo porque necesitan hacerlo aprisa y no esperando su aprobación, y que algo sea su voluntad no te da la autoridad para hacerlo sin El. Lo peor que te puede pasar en la guerra espiritual, es pelearla con tus fuerzas naturales, porque no lograras nada, por el contrario terminas empeorando las cosas, pero cuando vas a Dios y cuentas con su aprobación, esa palabra que te fue dada, es tu garantía de que la victoria está asegurada.
En estos tiempos de crisis muchas personas están sufriendo por el encierro, por las pérdidas familiares, materiales, y financieras, pero debes asegurarte que lo que has perdido, Dios lo aprobó, para asi darte algo mejor; pero cuando se trata de destrucción en la familia, allí si debes encender los sentidos espirituales, porque el divorcio, la desobediencia o rebeldía en los hijos, no es porque Dios así lo quiso, y muchos viven engañados de esta mentira del diablo, quien su único objetivo es destruir la unión de las familias. Así que párate firme en la brecha y pelea por tu familia, con las armas que el Señor te ha dado. Arrebatale al enemigo aquello que te ha robado!.
Amado Lector: Dios te quiere revelar las cosas que no sabes, pero que por medio de la fe lo conquistaras, es por eso que tu vida de oración debe estar cada vez más fuerte, porque solo con la oración, la fe y su palabra, podrás recuperar las áreas de tu matrimonio, o de tus hijos dónde le has cedido terreno al enemigo; suelta el desánimo, porque tu relación familiar cambiará, cuando te decidas a creerle a Dios y a pelear por aquello que te pertenece, porque el Señor no te ha puesto para rellenar espacio, sino para vencer al enemigo.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes,
Fabio R. Ventura
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|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960