NI LA PLATA, NI EL ORO, ES SU PODER QUE TODO LO TRANSFORMA

Hechos 3:4-6 RVR1960| Pedro, con Juan, fijando en él los ojos, le dijo: Míranos. 5. Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6. Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.

Cuando Pedro entendió que había recibido poder de Dios a través del Espíritu Santo, su ministerio nunca fue el mismo, todo aquello que en un pasado este hombre vivió, quedó en el pasado. En el libro de los Hechos ya no se cuenta el pasado de Pedro, sino de aquello extraordinario que Dios estaba haciendo con este hombre, que entendió que debía apacentar las ovejas del Señor. Su vida posiblemente se parezca a la tuya, pero en medio de tantos imperfectos, había un ser humano que se sentía indigno de haber sido escogido por Jesús, pero con un corazón que se rindió a Él. Y si el Señor lo hizo con Pedro, también lo puede hacer contigo, porque no se trata de la plata o del oro que tengas, sino que puedas darle a otros aquello que Jesús te ha dado a ti. Los bienes materiales jamás podrán saciar la necesidad del hombre, es la llenura del Espíritu Santo lo que cambiará todo en ti.

La Biblia nos narra que Pedro y Juan iban camino a la oración, y he aquí un principio fundamental en la vida de todo cristiano, y es que sin importar que tanto hayas alcanzado el éxito, sigas de rodillas ante su presencia, porque aquello que se manifiesta en publico de ti, es las victorias y el éxito que has librado en lo oculto.

Lucas 8:17 LBLA|Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz.

Notemos esto: Ellos podrían tener limitaciones financieras, pero lo que si no tenían limitado, era el poder y la autoridad que se le había dado a través del Espíritu de Dios, por esto al encontrarse con este hombre, sabían que el dinero no podía cambiar su estado, pero que el poder de Dios lo podía transformar. Él pedía dinero, pero Pedro le dio de aquello que portaba. Y tú, ¿Que le estas dando a otros?
El ser humano siempre sueña en tener para dar, pero Dios a través de su Palabra nos enseña que aun en lo poco podemos darle a otros. Hay Palabras que pueden cambiar la condición de una persona, pero hay plata y oro, que se terminan convirtiendo en la destruir del ser humano.

Mateo 25:23 NTV| 23 »El amo dijo: “Bien hecho, mi buen siervo fiel. Has sido fiel en administrar esta pequeña cantidad, así que ahora te daré muchas más responsabilidades. ¡Ven a celebrar conmigo!”.

AMANDO AL PRÓJIMO
Con cuantas personas se pudo haber encontrado este hombre, pero solo la compasión que produjo el Espíritu Santo en Pedro y Juan, fue lo que los detuvo para hablarle a este hombre. Muchos pasaban y puede que le ayudaban con una moneda, pero estos hombres marcaron la diferencia, discernieron en el Espíritu que un milagro era lo que podía traer el cambio a la vida de este hombre. Así que si el Espíritu Santo te detiene no cuestiones, sino dile: En que necesitas que trabaje para ti. Dale la libertad al Señor y permite que Él te use, porque en aquello que a tus ojos se ve desagradable, es el escenario perfecto que Dios te ha preparado para bendecir la vida de tu prójimo.

Un servidor de Cristo debe hacerlo por amor, y en ocasiones tendrás que negarte a ti mismo, porque sientes que tu ego está siendo golpeado, pero el amor que Dios ha puesto en ti por las almas, te hará soportar las dificultades, pero tu asignación no la abandonarás.

Jeremías 1:4-5 NTV| 4 El Señor me dio el siguiente mensaje: 5 —Te conocía aun antes de haberte formado en el vientre de tu madre; antes de que nacieras, te aparté y te nombré mi profeta a las naciones.

Amado lector, mientras preparaba este devocional, Dios me hablaba de la importancia de su Palabra, por esto quiero animarte a entender que en las Sagradas Escrituras esta todo aquello que tu estas anhelando, por eso las luchas que tienes al empezar a leerla, por eso de las interrupciones que te llegan cuando vas a empezar a estudiarla, y solo son artimañas del enemigo para que se te vaya el tiempo y no las estudies; y oró al Padre, para que hoy se rompa todo impedimento que se ha asignado a tu vida, todo aquello que te quiero interrumpir mientras lees su Palabra queda sin poder, y hoy tus ojos son abiertos, tu mente renovada y tu corazón abierto para recibir de su rollo, porque a la medida que te llenas de este, así también le darás a otros con poder y autoridad, en el nombre de Jesús. Amén.

Josué 1:8-10 LBLA| 8 Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides[a] de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito[b]. 9 ¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor,
Fabio R. Ventura