EN EL DESIERTO CON DIOS

Oseas 2:14-16 NTV|14 «Pero luego volveré a conquistarla. La llevaré al desierto y allí le hablaré tiernamente.15 Le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Aflicción[a] en una puerta de esperanza. Allí se me entregará como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven, cuando la liberé de su esclavitud en Egipto. 16 Al llegar ese día—dice el Señor—, me llamarás “esposo mío”en vez de “mi señor”[b].

Cuando empezamos a cambiar el tiempo en su presencia, por cosas que no permanecen, empezaremos a alejarnos del altar de oración. El pueblo de Israel se había apartado tanto del Señor, que reemplazaron su presencia por altares a dioses paganos, olvidando todo aquello que Él había hecho en el pasado. Por esto cuando Dios se acerca a su pueblo, los lleva al desierto, para que estos pudieran experimentar su misericordia, pese a la dureza de sus corazones; Dios seguía teniendo planes con ellos y propósitos que deseaba que se cumplieran. Por esto su plan fue llevarlos al desierto, porque el objetivo principal era hablarles a su corazón y darle sus viñas desde el desierto.

LES HABLARÉ A SU CORAZÓN
La voz de Dios nos guiará en medio del desierto; y podemos preguntar ¿Porqué?, porque podemos llegar a confundirla con la voz del proceso, y lo que Él busca es que mientras estamos siendo procesados podamos callar todas esas voces que nos pueden distraer y estemos alerta a lo que Él nos quiere hablar, porque hay tanto en su corazón que quiere revelarnos que en ese tiempo de intimidad, vamos a poder experimentar esos secretos muy bien guardados, que solo serán revelados para al que así Él desee. Creo firmemente, que en esta temporada de desierto que estás viviendo, Dios hablará a tu corazón y verás su cumplimiento en tu vida, porque ninguno que se ha resistido a estar en su presencia fue avergonzado, sino que fue sacado del anonimato para cosas extraordinarias.

¿Por qué somos llevados al desierto?
Porque cada vez que Dios llama a alguien, lo atrae al desierto para entrenarlo y aprendan a conocerlo y a reconocer su voz; lo vemos con Abraham, con Moisés, con el mismo Jesús, fueron llevados al desierto para entregarles su llamado y entendieran que el tiempo de ser promovidos había llegado. Por esto hoy oro al Padre, para que la manifestación de su Espíritu Santo esté sobre ti y puedas ver que tu tiempo de entrenamiento ha concluido y que estas siendo direccionado hacía el inicio de tu mejor temporada, porque no fue la que ya pasó, tu mejor temporada inicia hoy… Hoy inicia tu mejor temporada, en el nombre de Jesús.

Isaías 45:3 RVR1960| y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.

LES DARÉ SUS VIÑAS DESDE EL DESIERTO
Esto solo Dios lo puede hacer, porque ¿Quien te envía al desierto para entregarte viñas? Lo que Dios está diciéndonos, es que en medio del desierto hay cosas que nos va a entregar, que en el momento de abundancia no fueron entregadas, porque quiere mostrar que fue Él quien hizo el milagro y no la posición en la que te encontrabas. Debemos saber que las viñas garantizan uvas y las uvas el vino y es de ese vino nuevo, del que el Señor quiere llenar tu vida.

Juan 15:5 RVR1960| Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Amado lector, por experiencia propia sé que al ser introducidos al desierto, lo vemos como el final de nuestra carrera, pero a medida que vamos aprendiendo a escuchar su voz, entendemos que es el lugar donde Dios se nos va a revelar y nos llevará a tener una mejor comunión con Él, por esto Moisés entendió que si su presencia no iba con él, que mejor no lo sacará del desierto (Lea Éxodo 33:15), porque ningún palacio le había podido llenar tanto, como el estar con Él. Por esto te exhorto a que no reniegues el proceso y que te inclines a buscarle cada día más, porque tu mejor temporada apenas inicia, y aquello que se te ha sido revelado en lo secreto, lo verás manifestado en público, en el nombre de Jesús. Amén.

Oseas 2:19 RVR1960| Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor,
Fabio R. Ventura