CONECTADOS CON EL ESPÍRITU DE DIOS

Juan 11:3-4 RVR1960| Enviaron, pues, las hermanas para decir a Jesús: Señor, he aquí el que amas está enfermo. 4. Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Esta historia nos enseña la importancia de mantenernos en continua comunicación con el Espíritu Santo, porque las malas noticias llegarán, pero no podrán penetrar en tu espíritu, si estás lleno de la presencia de Dios.

Notemos esto: ¿Cuál fue la reacción de Jesús ante la mala noticia? Imaginemos esto, que llegue una mala noticia de un ser amado a nuestras vidas, esto puede producir en nuestro corazón una reacción de tristeza y aflicción, pero en Jesús provocó una reacción de fe. La pregunta sería: ¿Por qué?, porque Él ya estaba preparado para profetizar bendición aún en medio de la muerte. No podemos permitir que el enemigo siga manipulando nuestras emociones con malas noticias, nosotros somos portadores de una palabra de vida y aunque la maldición quiera tocar nuestra vida, no podrá, porque cuando tenemos la naturaleza de Cristo, reconocemos que nada hay imposible para Él.

TU REACCIÓN HABLAN DE TU COMUNIÓN CON DIOS
En ocasiones Dios va a permitir que noticias desagradables nos lleguen al oído, porque su único objetivo es ver si estamos listos para reaccionar con una palabra de fe o nos sumamos a los malos comentarios, que lo único que provocarán es contaminar tu esencia; así que sal de tu casa portando una palabra de fe, que sea impartida sobre aquellos que solo hablan calamidades y desesperanzas, porque tu vocabulario debe romper con la aflicción espiritual y el poder de Dios se manifieste en lo natural.

Amado lector, Dios está contigo y no te soltará aún en medio del proceso, pero debes hacer esa parte que a ti te corresponde y es llenarte de su presencia y mantener tu oído conectado al cielo, porque es a través de esa comunicación constante con su Santo Espíritu, lo que hará ese cambio en ti. Amén.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor,
Fabio R. Ventura