Marcos 10:47-48 TLA| Cuando Bartimeo oyó que Jesús de Nazaret estaba pasando por allí, empezó a gritar: Jesús, tú que eres el Mesías, ¡ten compasión de mí y ayúdame! 48 La gente comenzó a reprender al ciego para que se callara, pero él gritaba con más fuerza todavía: Señor, tú que eres el Mesías, ¡ten compasión de mí y ayúdame!
Si buscamos aprender de perseveración, oración y fe, la historia del ciego Bartimeo la verdad que reúne esto y mucho más. Este hombre fue probado en medio de su clamor, pero esa objeción de terceros, no lo detuvo, sino que lo impulsó a gritar más fuerte por su milagro; sus ojos naturales no estaban abiertos, pero su fe lo impulsaba a buscar la atención de Jesús.

¿CÓMO LOGRÓ ESTO SU MILAGRO?
Veamos un poco de lo que el Espíritu Santo nos quiere hablar a través de este mensaje.
La perseverancia en la oración es la clave del éxito; pero aquí hay una línea muy sutil que debemos tener cuidado de no cruzar, porque antes de perseverar en una oración continua, debemos asegurarnos de que estamos orando en la voluntad de Dios, y esto pasó con Bartimeo el ciego, él sabía que estaba clamando en la dirección correcta. Algunos quisieron cerrar sus labios para que dejara de clamar, pero él intensificó su clamor que lo hizo propicio de su sanidad, porque cuando estás orando con la fe de ver actuar a Dios en tu vida, entonces verás el milagro manifestarse a tu favor. La oposición solo será el impulso para que clames con mayor fuerza.
Notemos esto: Bartimeo está clamando por algo que su corazón desea y que es la voluntad de Dios entregárselo, pero en medio de su clamor algunos que estaban con Jesús lo intentaron callar. Y estos representan la oposición que te vas a encontrar en muchas ocasiones, pero así como este hombre no dejó que estas voces lo desanimaran, tu mucho menos lo puedes hacer, porque Él que conoce tu necesidad, también sabe verdaderamente el cambio que necesitas en tu entorno y la situación sea transformada.
No permitas que ese problema te quiera llevar a desistir, el enemigo no podrá callar tu boca y es aquí donde tu fe será probada. ¿Sigues orando a pesar que el problema no se ha ido o ya renunciaste a tu milagro? Creo que en este punto es donde debes clamar a viva voz y derribar en oración toda oposición de las tinieblas, porque ninguna arma forjada contra ti podrá prosperará (Isaías 54:17).
Amado lector, Quizás hoy solo escuches voces de oposición, pero aunque tu clamor aún no tenga el cumplimiento de la promesa que Dios te dió, tu sigue creyendo por tu milagro, porque en medio de la multitud verás su obra manifestada a ti. Dios no hace acepción de personas y si lo hizo con este hombre, también lo hará contigo. Él sigue haciendo milagros, solo está buscando a hombres y mujeres que le crean, porque para Él no hay nada imposible. Amén.
Marcos 10:49-52 TLA| 49 Entonces Jesús se detuvo y dijo: Llámenlo. La gente llamó al ciego y le dijo: ¡No tengas miedo! Ven, que Jesús te llama. 50 El ciego tiró su manto, y de un salto se puso de pie y se acercó a Jesús. 51 Jesús le dijo: ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego respondió: Maestro, haz que pueda yo ver de nuevo. 52 Jesús le dijo: Puedes irte; estás sano porque confiaste en Dios. En ese momento, el ciego pudo ver de nuevo, y siguió a Jesús por el camino.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Fabio R. Ventura
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Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
TLA| Traducción Lenguaje Actual