MUJER, ERES VALIOSA EN LAS MANOS DE DIOS

Juan 8:9-11 RVR1960| Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio. 10. Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? 11. Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.

Cuando leemos esta historia apreciamos la bondad y misericordia del corazón de Dios y el corazón del ser humano, ante las fallas y errores que se pueden cometer en la vida. Esta mujer al ser sorprendida en el acto mismo del adulterio, fue exhibida por la calle como una vil criminal, muchos de la multitud trataron de apedrearla, apegándose de manera inmediata a lo dicho por la ley de Moisés (Levítico 20:10), que nos habla que los dos deben ser apedreados, pero aquí la ley solo se la estaban aplicando a la persona más débil.
Por esto cuando los principales de la ley, la trajeron delante Jesús para que Él diera la estocada final, sus palabras causaron un efecto totalmente diferente al esperados por ellos, ya que una vez que Él habló, los que la acusaban y la exhibieron como adúltera, fueron acusados por sus propias conciencias, tanto así que no pudieron lanzar la piedra, sino tirarla a un lado y salir de allí, quedando solo ella y Jesús.

Pero la pregunta que hoy quiero formularte es: ¿Cómo afectó el corazón de esta mujer este evento tan vergonzoso?

Notemos esto; Lo primero que debemos mencionar es el corazón de esta mujer mientras la arrastraban por la calle, frente a todas como la peor de las pecadoras. Podemos mencionar que su autoestima, identidad y reputación estaban siendo pisoteadas y lo mucho que tuvo que haber sufrido mientras era presentada delante de Jesús. Lo que había iniciado como algo dulce, se había tornado amargo como el ajenjo. Y en ocasiones así opera el enemigo entra con sutileza a tu vida, para llevarte a pecar y luego avergonzarte delante de otros, golpeando tu autoestima, distorsionando tu identidad y afectando tus emociones.

Esta mujer no fue tocada por las piedras naturales, pero si fue tocada por el sistema religioso que golpeó sus emociones de una forma muy cruel. Es por eso que a través de este devocional queremos animarte a que no permitas que tu pasado, limite tu presente y te prive de tu futuro. Porque tu identidad ya no depende de lo que fuiste ayer, antes de conocer a Cristo, sino de quien eres hoy por medio de la sangre de Jesús que limpio tu pecado. No le sigas permitiendo al enemigo que juegue con tus emociones, determinate a creerle a Dios y avanza hacia tu propósito.

LEVÁNTATE, PORQUE LAS AMENAZAS DE LAS PIEDRAS NO PODRÁN DETENERTE
Muchos de los que estaban allí, muy posiblemente tendrían una piedra lista para lanzarla; pero Jesús quien entendió que aunque esta mujer cometió una falta a la ley, y El podría ser el primero en lanzarla, no lo hizo, sino que más bien le mostró su amor y su misericordia, y lo que ese día pudo ser el último día de vida para ella, se convirtió en una día de nuevas oportunidades, conociendo la libertad, pasando de muerte a vida, por medio del perdón dado por Jesús.

Tus errores del pasado no te van impedir ser bendecida por Jesús, así que enfócate en mirar hacia tus promesas y camina con la frente en alto, porque ya Jesus pagó en la cruz del Calvario cada uno de tus pecados.

Amada Lectora, Recuerda que no dependes de las palabras de un hombre para saber tu valor y cuán importante eres en esta tierra; Jesús es quien te da el valor que posees, pero debes permitirle a Él que entre a tu vida y sane tu corazón, porque aún allí hay raíces que necesitan ser arrancadas, y ser llena de su amor y bondad. No tengas temor a lo nuevo, porque hay páginas en tu vida a las que debes dar por cerradas, y experimentar la Omnipresencia de Dios sobre tu vida. Amén.

Cantares 6:10 TLA | ¿Y quién es esta hermosura? Es admirable, como la aurora;
bella es, como la luna, y esplendorosa como el sol; ¡majestuosa como las estrellas!

La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com