Hechos 13:21-22 RVR1960 |Luego pidieron rey, y Dios les dio a Saúl hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años. 22 Quitado este, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.
Dios habló al pueblo de Israel diciéndoles que les iba a levantar un rey conforme a su corazón, pero debemos observar que el corazón de David era muy distinto al de Saúl; y podemos aclarar diferentes circunstancias que pudieron provocar esto, y entre estas vemos a un Saúl una vez ungido por el profeta Samuel se sentó en el trono, en cambio David tuvo que pasar varios años en el desierto entrenandose y dependiendo de las fuerzas dadas por Dios después de haberlo ungido como el próximo rey de Israel.
El ser humano por naturaleza es heredero del pecado de Adán y Eva, pero cuando este tiene un encuentro personal con Jesús, puede experimentar el rompimiento de toda maldición y la santificación por medio de su preciosa sangre; por esto cuando un pecador se arrepiente, pasa de muerte y condenación, a una vida eterna en Cristo Jesús.

Dios está buscando hombres y mujeres que estén dispuestos a entregarle su corazón, porque es desde allí donde se inicia una verdadera transformación.
Notemos esto: David no estaba preparado para asumir la responsabilidad que portaba una vez fue ungido como rey, sino que Dios usó el lugar donde él trabajaba como cuidador de ovejas de su padre, para entrenarlo y formarlo como un guerrero y un hombre sensible a su Espíritu. Así que si tú estás siendo formando en este momento, no veas en poco el lugar que Dios está usando en el anonimato para formar en ti el carácter de un líder y guerrero que portas. Fuistes ungido para este tiempo, y el que aún no veas la promesa cumplida, no quiere decir que Dios se haya olvidado de ti, sino que en su tiempo perfecto te exhibirá y podrás mostrar los años de entrenamientos que estuviste, mientras permanecistes fiel a Él, y lejos de los aduladores.
Dios tuvo que sumergir a David en el proceso para preparar su corazón para la gran bendición y responsabilidad que tendría como el nuevo rey sobre todo Israel. Este hombre tuvo que enfrentar a osos, leones, tuvo que derribar gigantes, tuvo que habitar en cuevas, convivir con cuatrocientos locos, quebrados, sin esperanza, pero ninguna de estas situaciones lo desvió del plan que Dios tenía trazado con él. Pero ¿Que Dios quería enseñarle a su ungido? Lo mismo que a nosotros, que debemos aprender a depender de Él en todo tiempo, y que es necesario transitar por el procesos, para desarrollar en nosotros una intimidad y una fe firme en Él. Así que aunque hoy estés atravesando tierras áridas y secas, donde las limitaciones parecieran ser tu futuro, quiero que sepas que mientras te mantengas cultivando una íntima relación con Él, empezarás a ver el proceso cómo tu escuela de formación, para sacar y puedas proyectar la mejor versión de ti.
Amado lector, El corazón de David fue procesado y formado en el desierto, pero él siempre entendió que su lugar era el palacio y no el desierto; así que si hoy tú estás siendo esculpido por Dios, no abandones tu llamado, resiste y permítele al Espíritu Santo que sigue perfeccionando esa intimidad contigo, para que puedas avanzar hacia el territorio que Él te ha entregado. Amén.
Fabio R. Ventura
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Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas
RVR1960|Reina-Valera 1960