Salmos 121:1-3 RVR1960 |Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? 2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra. 3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.
En los tiempos que vivimos la seguridad y el bienestar de sentirnos protegidos de toda tribulación y problemas no tiene precio. Creo que muchos de los que estamos aquí quisiéramos estar viviendo en una absoluta tranquilidad y paz, que muchas veces no sabemos donde encontrarla. Pero verdaderamente, ¿En quién estamos confiando?¿En dónde estamos depositando nuestra confianza para ser protegidos? Son preguntas que podríamos responder de múltiples maneras ya que cada quien es libre de confiar en quien o en quienes lo que deseen.
Pero en realidad todas las cosas que pensamos que nos pueden proteger tarde o temprano nos pueden fallar, excepto Dios; y en este versículo podemos observar como el salmista encontraba su socorro en Dios, y que sin importar que tan grande pareciera la dificultad, este podía caminar confiando plenamente en su Creador, porque entendía que la tormenta hacía parte del plan utilizado por Dios, para llevarlo al cumplimiento de su propósito.

Notemos esto: El salmista sabía hacia dónde debía poner la mirada en momentos de tribulación; pero lastimosamente en ocasiones a muchos se nos olvida hacia donde debemos enfocarnos cuando los problemas están golpeando a nuestra puerta. Y aunque en ocasiones se quieran ignorar los tiempos que vivimos, o quedarnos estancados conformandonos con cualquier cosa, por causa de la situación que enfrentamos, pero también depende de nosotros el poner la confianza en el Señor, y avanzar hacia la visión que Él ha sembrado en nosotros.
Por otro lado debemos estar apercibidos de esos lobos disfrazados de ovejas, que se han esparcido por el mundo para infundir temor a los verdaderos hijos de Dios. La Palabra nos enseña en Hebreos 12:2 Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Esto nos da una clara advertencia en que no debemos poner nuestra mirada en el ser humano, sino más bien en Dios de quien viene nuestro oportuno socorro; y aunque vemos como muchos quieren pasar por alto este principio, y se han dejado engañar por su propia humanidad, es la oración lo que te va a mantener conectado al socorro de Dios. Y si tú que estás leyendo este devocional te encuentras frustrado por causa de la herida que te ha causado tu prójimo, quien en su imperfecta naturaleza actúo de manera errónea y te hirió, quiero que sepas que Dios no te ha fallado, y te es necesario que sueltes ese dolor y resentimientos, para que puedas avanzar, y te reconcilies con el Señor, porque aún en tus días malos Él ha tenido cuidado de ti.
CONFÍA EN DIOS
Cuando el salmista dice que su socorro viene de Jehová, está afirmando una verdad absoluta, donde a pesar de la tribulación que está pasando, sabe que Dios siempre saldrá a su socorro, no porque lo merecía, sino por su gran amor y misericordia. Amado Lector, Dios siempre tiene su mano extendida para socorrerte y ayudarte, Él siempre está disponible para sus hijos, así que deja de poner la mirada en las cosas triviales y pasajeras de este mundo, que hasta el día de hoy te han provocado cansancio y desgaste, que incluso tus palabras no han sido de edificación, sino que más bien te han mantenido cautivo en el problemas. Así que no temas, es tiempo de volver a poner tu mirada al cielo, y dejarse amar y socorrer por Dios, porque sólo en Él encontrarás la verdadera paz, que necesitarás en tiempo de dificultad. Amén.
Filipenses 4:19RVR1960| Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta
conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.
Fabio R. Ventura
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Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas
RVR1960|Reina-Valera 1960