Jeremías 18:2-4 RVR1960| Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.3. Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda. 4. Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
El Señor compara la vida de su pueblo con la vasija del alfarero, dando a entender que Él tiene el total dominio y control sobre aquello que está en sus manos.
Cuando el barro llega a las manos del alfarero, este pasa por el proceso de preparación, quien antes de ser puesto en el torno, necesita ser remojado, para que se haga fácil de moldear. Ya cuando el alfarero cree que está preparado para darle la forma, este va a darle el diseño que él crea conveniente a su manera, y en su tiempo. Cada vasija que hace el alfarero, todas ellas son esculpidas en sus manos y las llevará hasta el límite, para sacar lo mas hermoso de ella, y si esta llega a sufrir rajaduras, e incluso a quebrarse, el alfarero la volverá a humedecer, para seguir dándole la forma para la cual la está diseñando.
Muchas vasijas son creadas para portar aceite, agua, flores, algunas son decorativas, pero todas ellas han sido diseñadas por las manos delicadas y creativas del alfarero. Y si hoy tu estas en las manos del alfarero, no corras, no huyas, permite que Él te de la forma indicada, para usarte a su manera perfecta.
Los diferentes procesos por donde has pasado, han sido necesarios para darle forma a tu carácter conforme a la semejanza de Cristo, porque ningún proceso que atraviesas es para muerte, sino para que muestren a Jesús a través de tu formación.
Eres una vasija de honra en las manos de Dios y puedes pensar que has fallado, por las muchas veces que has tropezado, pero quiero que sepas que cada uno de esos sucesos que has tenido que vivir, han fortalecido tu vida y te han dejado enseñanzas poderosas, para que le puedas impartir a otros que Dios restaura y nos da la forma necesaria, para que portemos la esencia de su Espíritu Santo en estas vasijas tan preciosas que Él ha esculpido en el taller del alfarero. No renuncies, no te detengas, avance y podrás ver un nuevo renacimiento en tu vida y en tu familia, porque lo que Jehová empieza, lo perfecciona hasta el final.
A lo largo del ministerio, he tenido que ver personas descontentas con sus vidas. Se sienten insatisfechos con la posición que ocupan en sus empleos, por el poco reconocimiento que puedan estar teniendo en sus ministerios, y es triste ver cómo se pasan la vida más enfocados en lo que no tienen, que en disfrutar lo que Dios les ha entregado, sembrando la amargura y el resentimiento en el corazón, sintiendo que aquello que estás haciendo no produce los frutos esperados; pero cuando te sometes a las manos del alfarero, él te quebrará, para hacerte de nuevo, y quitar todas esas brusquitas que están impidiendo que puedas brillar con la unción que emanas de Él.
Y… ¿Qué pasa con aquellos que no soportan la formación del alfarero? De estos vemos tantos hoy, que la palabra proceso y disciplina la pasan por alto, y no saben que Dios solo honra aquellos que saben honrarlo. Si no eres capaz de soportar el proceso por el cual Dios te está llevando, tampoco estarás preparado para hacerle frente al peso de gloria que se te ha de entregar.
Amado Lector, Tú eres ese barro que se encuentra en las manos correctas, y a pesar de que piensas que tu vida se echó a perder, recuerda que estás en el mejor taller, y Él nunca dejará una obra incompleta, así que sigue confiando en Dios, creyendo que tu mejor temporada está por venir, que esto que hoy estás atravesando hace parte del diseño que te están dando, porque la forma que estas tomando es para Dios dar testimonio que en ti está creando su mejor proyecto.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes. Amén.
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas
RVR1960|Reina-Valera 1960
CAMINANDO COMO JESÚS 