Salmos 127:1-3 RVR1960| Si Jehová no edificare la casa,En vano trabajan los que la edifican; Si Jehová no guardare la ciudad, En vano vela la guardia. 2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, Y que comáis pan de dolores; Pues que a su amado dará Dios el sueño. 3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos; Cosa de estima el fruto del vientre.
Dios es quien nos regala todas las cosas, como no ser agradecidos con Él, pero hay principios que se deben cumplir, para estar sujetos a la obediencia de su palabra, y poder obtener aquellas bendiciones que Él nos ha prometido. Primero definamos la palabra prosperidad, muchos tienen como prosperidad las riquezas materiales que puedan poseer, pero la prosperidad es algo más allá de lo natural, el simple hecho de tener a Jesucristo con nosotros en medio de la escasez podremos sentir la paz, que Él se manifestará y actuará a nuestro favor, porque cuando esperamos en Dios, aprendemos que sus bendiciones no añaden tristeza con ellas, sino que nos enriquece.

Se dice que este Salmo lo escribió el rey Salomón y quien más que Él para darnos a entender los principios básicos de la prosperidad.
1- Procura fundamentar tu casa en la roca que es Cristo y no vivir de las apariencias. Muchas personas cometen el error, de afanarse en las festividades, mayormente por ropa nueva, por regalos, por reparar las cosas, por mejorar su aspecto físico, y esto es bueno, pero de que sirve que tengamos una casa física bien hermosa y arreglada si nuestra familia está perdida y sin Cristo, sino hay un hogar. Por eso este Salmo inspirado por el Espíritu Santo nos aconseja a que primeramente procuremos que en nuestra casa este Dios como primer lugar, porque esto es lo que nos asegura la verdadera prosperidad, la salvación de nuestras familias y la unidad que tanto deseamos.
Es tiempo de empezar a orar más por las familias, e involucrar a Dios en las decisiones que se tomen en el hogar, porque vale más tener a Dios como el centro de tu familia, que alcanzar todas las riquezas del mundo.
2- El trabajo secular no puede tener más prioridad en nuestras vida que Dios, y esto es un error que muchos cometemos, llegar a pensar que por nuestras propias capacidades seremos prosperados, y que somos dependientes de nosotros mismo. Deuteronomio 8:18| Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día. Puedes trabajar muy duro, y si Dios no prospera el labor de tus manos solo cosecharás cansancio, porque no solo se trata de ganar dinero, sino que Dios te conceda la salud, paz y fuerzas para hacerlo; así que en todo lo que hagas pon a Dios en primer lugar y dale la prioridad a El, y verás cómo la labor de tus manos, empieza a prosperar.
Amado lector, ¿Cuántas veces has tomado decisiones sin consultar a Dios? Esto es el principal problema del cual nos debemos librar, el creer que podemos hacer las cosas con nuestras fuerzas y no necesitamos a Dios. Desde hoy decídete a poner a Dios en primer lugar en tu vida y a involucrarlo en tu casa, en tu trabajo y todas las decisiones que vayas a tomar y verás como Él hará de tu vida, una vida productiva. En el Nombre de Jesús. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes, Amén.
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
Reina-Valera 1960 | RVR1960