Éxodo 3:10-12 TLA| Así que prepárate, pues voy a mandarte a hablar con el rey de Egipto, para que saques de ese país a mi pueblo. Moisés contestó: ¿Y quién soy yo para ir ante él y decirle: “Voy a sacar de aquí a los israelitas”? Dios le dijo: ¡Moisés, yo estaré contigo en todo momento! Y para que sepas que yo soy quien te envía, voy a darte una señal: Después de que hayas sacado a los israelitas, todos ustedes me adorarán en este mismo lugar.
El llamado de Moisés nos enseña tanto sobre el depender de Dios y no de nuestras propias fuerzas, capacidades o recursos. Lo primero que debemos preguntarnos es: ¿Por que Dios escogió a Moisés?.

Recordemos que aunque él hasta ese momento tenía temor de aceptar el llamado que Jehová le estaba haciendo, eso no detuvo al Señor a seguir adelante con cada uno de los planes que tenía con Moisés, y aunque muchos estarían viendo un asesino, un hombre forastero, un hombre con un pasado glorioso, pero ahora sin futuro, y eso es porque muchas veces vemos con los ojos naturales, pero Dios ve la obra completada en el ser humano. Dios sabía que Moisés llegaría a ser un hombre apasionado por su presencia. En Éxodo 33:15| Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí. Quizás hoy te ves rodeado de limitaciones, y piensas que no reunes las condiciones para cumplir con el llamado que Dios te ha entregado, pero recuerda que en tu diario caminar, Dios va ir perfeccionando su obra en ti, para que puedas sufrir una transformación de adentro hacia afuera, tal como la sufrió Moisés, mientras estuvo siendo entrenado por Dios en el desierto.
Notemos esto, cuando Dios llamó a Moisés por su nombre, lo hizo porque sabía de quién se trataba y conocía la historia de Moisés, aunque Moisés no lo conocía a Él.
Dios conoce tus fallas, tus errores, tus debilidades y puntos fuertes, pero aún con todos estos defectos y debilidades, él te ha escogido para que seas instrumento útil para su obra, así que levántate, recobra fuerzas, porque a pesar del proceso que hoy enfrentas Dios te ha equipado con su Santo Espíritu para que puedes hacerle frente a todo Faraón que quiera impedir que saques a tu familia de Egipto y puedan ir contigo al lugar de adoración.
La pregunta de Moisés a Dios habla de lo que podía haber en su corazón ¿Quien soy yo para que vaya a faraón y saque al puedo de Israel de Egipto? Recordemos porque Moisés sale de Egipto, en Éxodo 2:11-15, podemos observar que Moisés salió huyendo de Faraón a causa de haber cometido un asesinato, y pasó cuarenta años en el desierto, escondiéndose de este poderoso hombre.
Cuando pasamos mucho tiempo en el desierto podemos llegar a pensar que Dios ya se ha olvidado de nosotros, o que nuestra vida no es útil para Él a causa de los errores del pasado, y esto puede detener el plan divino que Dios puede tener con nuestras vidas. Dios sabía todo aquello que Moisés había hecho, y lo que tuvo que experimentar, pero aun así lo escogió para que dirigiera al pueblo de Israel y se presentará frente a Faraón a anunciarle que el Señor sacaría a su pueblo de la esclavitud.
Amado Lector, Dios conoce tu corazón y sabe que a pesar de tus errores del pasado, tu nueva vida en Cristo te da la condición correcta para cumplir lo que Él ponga en tus manos, y así como le dijo a Moisés que Él estaría con él, de la misma manera lo estará contigo, para que sigas avanzando y puedas arrebatar a muchas almas que por año han estado cautivo bajo las garras del enemigo. El Señor ha venido a dar libertad y libertad a los cautivos. Amén y amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes, Amén.
Fabio R. Ventura
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|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
Traducción en lenguaje actual|TLA
Reina-Valera 1960|RVR1960