Hechos 16:22-24 RVR1960| Y se agolpó el pueblo contra ellos; y los magistrados, rasgándoles las ropas, ordenaron azotarles con varas. 23 Después de haberles azotado mucho, los echaron en la cárcel, mandando al carcelero que los guardase con seguridad. 24 El cual, recibido este mandato, los metió en el calabozo de más adentro, y les aseguró los pies en el cepo.
Cada llamado en Jesucristo tiene un precio, y aunque a veces el camino parece difícil de recorrer, es el amor por la obra de Dios, lo que nos impulsa a seguir avanzando, sin temer a lo que el hombre nos pueda hacer. Cada proceso es diferente, pero todos ellos nos llevan a alcanzar las almas y la vida eterna.

Nuestra prioridad como propulsores de la fe, debería ser:
1- Alcanzar más almas para el reino de los cielos; mantenernos enfocados en Jesucristo, que nada nos haga perder la visión en Él, y que los ataques del enemigo no nos causen temor, y aunque el enemigo se nos levante para impedirnos hacer la obra evangelística, no nos dejemos intimidar y sigamos caminando confiadamente en el Señor anunciando el mensaje de salvación y vida eterna.
2- Somos el instrumento del Espíritu Santo; Dios muchas veces pondrá palabra en nuestros labios para que sirva de bálsamo para levantar al que está caído, para detener la mano del acusador, o de cualquiera que pueda estar enfrentando un fuerte desafío, porque nuestra comunicación constante con el Padre, nos permite escuchar su voz para darle esperanza a todos aquellos que han querido renunciar. Los proceso que hemos estado viviendo, y hemos tenido que vivir, no son para que renunciemos a nuestra vida de oración y consagración a Él, sino para que nos levantemos en fe y podamos seguir siendo el soporte de muchos aquellos que han perdido el deseo por seguir creyendole a Dios por sus promesas.
Notemos esto ¿Que precio pagaron Pablo y Silas para que el propósito de Dios los llevara a la cárcel? Ellos tuvieron que mantener su posición de hijos de Dios a pesar de que estaban siendo maltratados por hacer el bien, porque en ocasiones llegará la prueba a tu vida no por lo malo que hiciste, sino porque Dios te quiere llevar a conquistar nuevos territorios, para que impartas el mensaje de salvación y muchos vengan a los pies de Cristo, por causa de tu obediencia, disciplina e integridad con la obra del Señor.
Esta hermosa historia, nos relata que estos guerreros de Dios sin importar las heridas en sus cuerpos y el dolor de los azotes decidieron cumplir con su asignación, y aun en medio de las heridas seguían adorando a Dios (Léase Hechos 16 completo). ¿Cuántas personas dejan de ir a los evangelismo porque piensan que el sufrimiento es más grande que Dios?. Si no estás dispuesto a pagar el precio por tu llamado, vivirás una vida cómoda y con estancamiento espiritual. Si caminas en su propósito, Él añadirá todo para que se cumpla. Mientras ellos estaban en aquel lugar apartado de los demás presos, entendían que no podían predicar el evangelio directamente y decidieron adorar y orar, esperando a que Dios manifestara la estrategia para cumplir con aquello para lo que fueron enviados hacer.
En ocasiones tendrás que adorar más fuerte que el dolor y las heridas que sientes, porque ni aun tu propias heridas pueden detener tu llamado, si te decides rendirte a la presencia del Señor. Amado lector, No permitas que las heridas que otros pudieron haberte causado detengan tu propósito, debes entender que aun esas heridas las padeciste son un propósito divino. El precio de tu llamado debes pagarlo y confiar en Dios quien fue el que te llamó; es tiempo de hacerle frente a esos retos que Dios te pone por delante, porque no estás solo, sino que contigo está el poderoso de Israel. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes, Amén.
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
NVI| Nueva Versión Internacional
RVR1960| Reina-Valera 1960