Hechos 3:5-7 RVR1960| Entonces él les estuvo atento, esperando recibir de ellos algo. 6 Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. 7 Y tomándole por la mano derecha le levantó; y al momento se le afirmaron los pies y tobillos;
Vemos en este pasaje que Pedro y Juan se disponían a subir al templo para asistir a la hora novena de la oración, mientras que a este paralítico lo llevaban diariamente a la puerta del templo para pedir limosna. Cada uno de estos hombres tenían necesidades diferentes; los discípulos necesitaban seguir llenando sus vidas de la presencia de Señor y seguir viendo la manifestación y el respaldo del Espíritu Santo en su ministerio, mientras por otro lado este hombre discapacitado de nacimiento, tenía la necesidad de suplir su alimentación diaria, pero la verdadera necesidad que él tenía era la de ser sano y poder llevar una vida normal, como la que todo hombre sueña, pero que su condición no se lo permite. Este hombre quizás había perdido toda esperanza de poder caminar, puedo pensar que su familia intentó durante años cualquier tipo de tratamiento y muy posiblemente ya ningún medicamento funcionó, y hasta pudo llegar a pensar que Jesucristo que podría haberlo sanado ya no estaba entre ellos, pero gloria sea al Señor, que siempre tiene hombre de fe, que están activados a la voz de Dios, para permitirle ser usado por Él y el milagro se manifieste, como fue el caso de este hombre. Así que ten cuidado de no caer en la resignación, porque la resignación te hace perder toda esperanza, matando tu fe y viendo imposible cualquier oportunidad de ver el poder de Dios, porque el conformismo puede paralizar tu vida espiritual.

Notemos esto: La petición de este hombre hacia Pedro y a Juan, la vemos aquí en Hechos 3:3| Este, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Él estaba pidiendo algo que solo iba solucionar su necesidad momentánea, pero Dios siempre busca resolver la raíz de tus problemas. Y podemos ver que el Espíritu Santo estaba allí en medio de todo este acontecimiento y Él conocía la verdadera necesidad de este hombre, ¿Qué hubiera pasado si Pedro y Juan no hubieran discernido la verdadera necesidad de este hombre, pasando por alto su condición física? o ¿Si le hubieran concedido únicamente la petición que él estaba pidiéndoles?, pues él nunca hubiera entrado al templo a glorificar el nombre de Dios, y su alma hubiera seguido atada a la cautividad.
En ocasiones Dios permitirá que pases por desiertos, o que sufras ofensas de personas que amas, pero esto no quiere decir que solo los demás necesitan un cambio, sino porque tú mismo tienes una necesidad de aprender a confiar en Dios y no en tus propias fuerzas.
LEVÁNTATE Y ANDA; Estas fueron las palabras que salieron del corazón de Dios para este hombre, porque él no fue creado para estar arrastrándose, y mucho menos para estar mendigando pan, cuando Dios mismo dijo que supliría cada una de tus necesidades. Una vida espiritual desconectada del altar de oración, es una vida que va a ver sus sueños estancados y paralizados, porque ha sacado al Señor del algoritmo, para empezar a confiar en sus capacidades humanas. Cuando Dios ya no hace parte de tus planes, no lo quieras tratar como un apaga fuego, porque Él no está únicamente para atender tus crisis emocionales, cuando sientes la frustración que las cosas no están caminando a tu manera. Amado lector, hay muchas necesidades que Dios quiere suplir en tu vida, no solamente las materiales, sino cada una de esas áreas donde estás sufriendo escasez, pero es necesario que lo reconozcas en todo, que te vuelvas a Él, y le creas por cada una de sus promesas, porque Dios quiere primero trabajar contigo desde adentro, para que luego se vea reflejado por fuera. Tú no fuiste diseñado para el conformismo, ni tampoco para estar mendigando lo que Dios te ha dado en abundancia, pero necesitas aprender a descansar en Él y entregarle tu voluntad, y te pasará lo mismo que le pasó al cojo, recibiras lo que realmente necesitas y todos verán sus maravillas manifestadas en ti.
No te rindas, Dios aún no ha terminado contigo, Él está a punto de cambiar este día ordinario, en extraordinario. ¡Prepárate para recibir el milagro y la gran noticia que tanto habías anhelado!; entraras al templo alabando y exaltando el nombre de Jehová.
Hechos 3:8-9|RVR1960
8 y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. 9 Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes,
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960| Reina-Valera 1960