Lucas 8:11|RVR1960
Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios.
La palabra es la semilla de Dios, hermosa reflexion para empezar un mensaje, y más cuando vivimos y sabemos el poder que tiene la palabra, porque lo hemos encontrado en la Biblia, hemos leído muchos capítulos cómo la palabra de Dios ha transformado vidas, a cambiado situaciones, y cómo está misma ha aumentado nuestra fe, llevándonos a memorizar y a ponerla en práctica en muchas temporadas cíclicas que experimentamos en nuestra vivir cristiano.
Cada mensaje de salvación, de esperanza, de fe, de amor, que estemos proclamado conforme a la palabra de Dios, nos vuelve sembrados de su reino, sabiendo que estamos en un tiempo donde la maldad se ha multiplicado, y el amor de muchos se ha enfriado, es por esto que debemos cambiar nuestro lenguaje, para que al cosechar, no recojamos lo que no nos gusta. Cuidemos la semilla que sembramos, porque cada palabra, actitud o acción, hará parte de tu fruto.
En la congregación todos parecemos buenos sembradores, pero es fuera de allí donde realmente que define que clase de agricultores somos. Hay terrenos que parecen fertiles, pero es realidad son áridos, y por más que intentemos, que den frutos, no lo dará, así que busquemos la dirección de Dios en todo tiempo, no tomemos decisiones basadas en nuestras circunstancias, sino que en todo lo que emprendamos sea dirigido por Dios. No se trata de cuántos amigos ganemos hablándoles de lo que desean escuchar, sino de cuántas almas arrebatamos del reino de las tinieblas.
Siembra para el reino de Dios, tú eres un ganador de almas, y así cómo Jesucristo dio su vida por ti, y te mostró el camino de la salvación, siembra en otros, lo que un día fue sembrado en ti, tu ADN fue transformado por el poder de la sangre de Cristo. Oro delante de Dios, para que cada semilla que hoy esparsas se vuelva productiva, y de fruto al ciento por uno. Siembra con entusiasmo, sabiendo que el que va contigo, es mayor que aquel que está en este mundo. No te avergüences del evangelio, porque nuestro Padre que ve en lo secreto, te recompensará en público. Haz lo correcto en todo tiempo, vive para proclamar el mensaje de salvación, llega donde otros no se han atrevido a llegar, no permitas que el miedo a ser señalado, descalificado, o rechazado, te desvíen del propósito que Dios tiene planificado para ti, porque eres más que vencedor, y él vio en ti, lo que otros no vieron, o no quisieron ver.
Romanos 1:16 | NVI
A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles.
La Gracia sea con todos ustedes,
Fabio R. Ventura
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Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960
NVI| Nueva Versión Internacional