DIOS HARÁ EL MILAGRO

2 Reyes 4:2-5 NTV| 2 —¿Cómo puedo ayudarte?—preguntó Eliseo—. Dime, ¿qué tienes en tu casa? —No tengo nada, solo un frasco de aceite de oliva—contestó ella. 3 Entonces Eliseo le dijo: —Pídeles a tus amigos y vecinos que te presten todas las jarras vacías que puedan. 4 Luego ve a tu casa con tus hijos y cierra la puerta. Vierte en las jarras el aceite de oliva que tienes en tu frasco y cuando se llenen ponlas a un lado. 5 Entonces ella hizo lo que se le indicó. Sus hijos le traían las jarras y ella las llenaba una tras otra.

La palabra de Dios siempre llega a la vida del ser humano, para levantar, edificar y fortalecer. Dios jamás va a permitir pruebas o procesos en tu vida que no puedas vencer, porque juntamente con ellos también te dará la salida; y la Biblia no nos oculta las situaciones, procesos y desafíos que vivieron los hijos de Dios y aquí una vez más lo vemos en la vida de esta viuda, donde todos la conocemos cómo una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas. Y al leer este pasaje, entendemos que Dios permite situaciones difíciles en nuestras vidas para que veamos su mano de poder, haciendo lo sobrenatural.

Notemos esto: La viuda está viviendo un momento circunstancial con sus hijos, algo que no es habitual en su casa, pero que puede traer más dolor a su familia, primero la pérdida del esposo y ahora el pensar que el acreedor iba a llevarse a dos de sus hijos, era un golpe realmente fuerte para ella. Ella no pudo evitar la muerte de su esposo, pero ella sí sabía que debía hacer algo, para impedir que el acreedor le arrebatara a sus hijos. Y así nos podemos encontrar algunos en este momento, sabemos que en lo natural podemos hacer algo, pero cuando involucramos a Dios en el asunto, Él actuará de manera sobrenatural, impactando en su tiempo perfecto y rompiendo con todo decreto de muerte en contra de nuestra casa.

La viuda no se quedó llorando esperando a que el acreedor se llevará a sus hijos, sino que se levantó y fue al profeta Eliseo, porque sabía que esté hombre era portador de la presencia de Dios y le daría la salida a su situación. En ocasiones nuestra necesidad no será suplida, y es porque ponemos la mirada en el ser humano y no en Dios, quien es el único que puede traer una solución al problema que estemos enfrentando.

DE LAS LÁGRIMAS A LA BENDICIÓN
Está mujer pasó del dolor a ver la misericordia de Dios. Y esto también lo verás en tu vida, verás cómo Él te saca de esa aflicción y te posiciona en un lugar de consuelo, pero debes actuar en obediencia, creyendo que aquello que te ha dicho se cumplirá, está mujer obedeció las instrucciones del profeta y pudo ver el milagro encerrada junto con sus hijos, así que no ignores aquello que Dios te ha dicho, porque aún las piedras hablará para que vuelvas a enfocarte en las directrices que Dios te ha dado.

Amado lector, Dios traerá un tiempo especial para tu vida, donde tus lágrimas solo serán un recuerdo del dolor que sufriste, pero tu sonrisa será constante, porque siempre habrá un testimonio en tu boca para contar de las maravillas que Dios está haciendo en ti; sigue perseverando en la oración, porque grandes cosas Dios hará. Amén.

Isaías 45:3-6 NVI| 3 Te daré los tesoros de las tinieblas, y las riquezas guardadas en lugares secretos, para que sepas que yo soy el Señor, el Dios de Israel, que te llama por tu nombre. 4 Por causa de Jacob mi siervo, de Israel mi escogido, te llamo por tu nombre y te confiero un título de honor, aunque tú no me conoces. 5 Yo soy el Señor, y no hay otro; fuera de mí no hay ningún Dios. Aunque tú no me conoces, te fortaleceré, 6 para que sepan de oriente a occidente que no hay ningún otro fuera de mí. Yo soy el Señor, y no hay ningún otro.

Que la gracia y el favor de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes.

Con amor,
Fabio R. Ventura