1 Samuel 17:33-35 RVR1960| Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. 34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, 35 salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.
David estaba enfrentando unos de los retos más grandes de su vida, porque al derribar al gigante que los estaba intimidando traería libertad a la intimidación que el pueblo estaba viviendo. El rey Saúl no podía creer que David pudiera hacer realidad las palabras llenas de fe que salieron de su boca.
¿Cual fue la reacción de Saúl cuando escuchó a David decir que él pelearía contra ese gigante? La mismas que muchos hoy te dirán, porque no podrán entender porque tú sí lo lograste y ellos aún no, y la diferencia está en que tú has puesto tus fuerzas en Jehová y no en tus capacidades. Y este es el error que muchos cometen, el subestimar tu fe; una fe que ha sido cultivada a través de duros procesos, y fuertes desiertos, donde has aprendido a depender absolutamente de Dios en tus noches más oscura, porque cuando muchos te prometieron quedarse a tu lado, solo desaparecieron, y muchos de ellos no se han ido porque quisieron, sino porque Dios asi lo quiso.

Fortalece tu vida cada día en su palabra y enfrenta a los gigantes que se levantan en contra de tu familia y cortale la cabeza, así que no te dejes atormentar por las voces que se levanten en tu contra, porque Jehová pelea por ti.
¿CUAL ES TU CARTA DE PRESENTACIÓN?
TU FE EN EL PODER DEL ESPÍRITU SANTO
Tu fe no la define la ropa que usas o la edad que tengas, sino la intimidad y relación que tienes con Dios, y la revelación que puedas tener de su palabra. Nunca debemos confundir la experiencia con el poder; había muchos soldados en el ejército de Israel, que tenían buena carta de presentación humanamente hablando, era más fuerte que David y más experimentado en batallas, pero cuando se trata de pelear en lo espiritual tus armas naturales y experiencias humanas no sirven para nada, porque para estar calificado para enfrentar al gigante, no se necesita una armadura de hierro y tampoco una espada filosa, sino una fe puesta en Dios y en el poder que se te fue otorgado; así que no te dejes intimidar por la estatura de ese gigante el cual estás enfrentando, porque el Dios que está de tu lado es experto en derribar los más grandes gigantes para dar a entender que no hay otro más poderoso que El.
AL SERVICIO A DIOS
David pudo ser entrenado para derribar ese gigante mientras atendía los negocios de su padre. No menosprecies el lugar donde hoy estás, porque este es sólo tu lugar de entrenamiento, debes recordar que este camino es transitorio y saldrás en victoria de toda prueba y del proceso en el que hoy te encuentras.
Amado lector, Dios es tu mejor carta de presentación, así que no permitas que nadie te descalifique por tu apariencia o por tus orígenes, porque eres un escogido de Jehová y estás capacitado para hacerle frente a todo Goliat que quiere detener tu ministerio. Cuando Dios te diseño, te diseñó con un plan y un propósito que llevará a cumplimiento en ti. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos ustedes, Amén.
Fabio R. Ventura
http://www.caminandocomojesus.com
|Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
Reina-Valera 1960 |RVR1960