Lucas 1:6-7|RVR1960 | 6. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. 7. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.
Cuando empezamos la lectura de estos versículos notamos una familia fiel al servicio de Dios, pese a que no tenía hijos, pero esto no fue impedimento para seguir irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero, aunque para ellos ya el tiempo era una limitante, para Dios no fue así, porque fue en los tiempos de su vejez que concibieron a su hijo Juan, quien se convirtió en esa Voz que clamaba en el desierto, fue este mismo Juan, hijo de Elisabet y Zacarías, quien por designio de Dios se encargó de preparar el camino para el ministerio que Jesucristo debía ejercer aquí en la tierra; por esto Dios los eligió a ellos, porque necesitaba una familia leal, para confiarle tan importante labor, porque ellos habían mostrado obediencia, fidelidad y constancia, pese a que su oración no había sido respondida con anterioridad. Y esto es lo que Dios está buscando entre su pueblo, familias dispuestas a permanecer constantes, pese a que la respuesta a sus oraciones no se hayan manifestado, siguen enfocados en el servicio y en comunión con Dios.