Día 9: Ganando almas para Cristo

Daniel 12:3 RVR1960|Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad.

En el corazón de Dios arde una pasión eterna, y son las almas. Desde Génesis hasta Apocalipsis, la historia bíblica no es otra cosa que la revelación del plan redentor de Dios para rescatar al hombre perdido. Ganar almas no es una actividad opcional para la iglesia, es la esencia misma del evangelio. 

Cuando Cristo murió en la cruz, no lo hizo para fundar una religión o levantar un edificio, lo hizo por las almas. Cada gota de sangre derramada fue el precio de rescate por la humanidad entera. Por eso, cada vez que hablamos de Cristo a alguien, no estamos invitándolo a una costumbre religiosa, sino ofreciéndole acceso a la vida eterna que solo se encuentra en Jesús.

La Biblia nos muestra que el valor de un alma es tan grande, que Jesús afirmó en Marcos 8:36: Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?. Esto significa que una sola alma vale más que todos los tesoros del planeta. Sin embargo, para ganar almas no basta con entusiasmo o buenas intenciones, necesitamos entender la urgencia, el costo y la gloria que hay detrás de la misión. Los que ganan almas no solo participan en una tarea noble, sino que entran en la dimensión más íntima del corazón de Dios, y es salvar lo que se había perdido.

Lucas 19:10 RVR1960|Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

Principios para ganar almas para Cristo
1. El evangelio es poder, no solo palabras
No se trata de convencer con discursos humanos ni filosofías elaboradas, el evangelio tiene poder en sí mismo. Cuando lo compartimos con fe, el Espíritu Santo toca los corazones y convence de pecado, justicia y juicio; nuestra tarea no es transformar, sino anunciar; el poder es de Dios.

Romanos 1:16 RVR1960|Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.

2. Ganar almas exige compasión por los perdidos
No se gana almas desde la indiferencia, sino desde un corazón quebrantado; Jesús lloró sobre Jerusalén porque vio un pueblo sin pastor. El evangelista verdadero no ve multitudes, ve personas con nombre, historia y heridas que solo Cristo puede sanar; ganar almas es tener la compasión de Cristo.

Judas 1:22-23 RVR1960|A algunos que dudan, convencedlos. 23 A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.

3. La gloria de los ganadores de almas es eterna
Dios llama sabio al que gana almas, porque en la eternidad no llevaremos títulos, propiedades ni reconocimientos humanos, sino las vidas que alcanzamos para Cristo. Daniel 12:3 promete que quienes enseñan justicia brillarán como estrellas para siempre; ganar almas es acumular tesoros que no se corrompen, que no pasan y que resplandecerán por la eternidad.

Proverbios 11:30 RVR1960|El fruto del justo es árbol de vida; Y el que gana almas es sabio.

Amado lector, ganar almas para Cristo no es una tarea más en la agenda de la iglesia, es la razón de nuestra existencia como cuerpo de Cristo. Somos sal y luz en un mundo que perece en tinieblas; cada día es una oportunidad para sembrar una semilla de vida eterna en alguien que aún no conoce a Jesús. No olvides que cuando compartes a Cristo, te alineas con el corazón del Padre y participas en la misión más gloriosa, y es rescatar a los perdidos.  En el cielo hay fiesta por un solo pecador que se arrepiente, y esa alegría la comparte el alma ganadora que se deja usar por Dios. El llamado de hoy es claro, levántate del silencio, rompe el miedo, abre tu boca y sé un testigo vivo; porque los sabios, los que entienden el corazón de Dios, son aquellos que ganan almas para Cristo.

Oremos juntos, Señor Jesús, gracias porque un día alguien me habló de tu amor y me mostraste la salvación, hoy rindo mi vida para ser un instrumento en tus manos; pon en mí tu pasión por las almas perdidas; abre mis ojos para verlas como tú las ves, y dame palabras llenas de tu Espíritu para alcanzarlas. Declaro que en este ayuno recibo valentía, compasión y unción para anunciar tu evangelio, y que a través de mi vida muchos vendrán a ti. En el nombre de Jesús. Amén.

Lucas 15:7 RVR1960|Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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