Hageo 1:6-7 RVR1960|6 Sembráis mucho, y recogéis poco; coméis, y no os saciáis; bebéis, y no quedáis satisfechos; os vestís, y no os calentáis; y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. 7 Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Meditad sobre vuestros caminos.
El profeta Hageo describe una situación que muchos de nosotros hemos experimentado: trabajamos, nos esforzamos, lo damos todo, pero nada parece rendir. Es como si los recursos desaparecieran sin explicación. Esa sensación trae cansancio, frustración e incluso pensamientos de derrota. Pero la Palabra de Dios nos enseña que este desgaste no siempre es producto del azar o del enemigo. A veces, es Dios mismo llamando nuestra atención para examinar nuestras prioridades y corazón. El pueblo de Israel había olvidado reconstruir la casa de Dios y se enfocó solo en sus asuntos personales, por eso, aunque sembraban mucho, no veían fruto.

Quiero que examinemos esto: El principio espiritual detrás del saco roto
1- Dios busca orden, no solo esfuerzo. No basta con trabajar duro; si Dios no está en el centro, todo esfuerzo se diluye. El orden divino es: Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia (Leer Mateo 6:33). Cuando el Reino ocupa el primer lugar, lo demás encuentra sentido y dirección. Así que pregúntate: ¿he puesto a Dios en primer lugar en mis decisiones, en mis finanzas y en mis planes?
2- El dar sin obediencia pierde poder. El diezmo y la ofrenda son actos de fe, pero no una fórmula mágica. Dios mira el corazón más que la cantidad. En Malaquías 3:10, la promesa de abrir las ventanas de los cielos viene ligada a la obediencia completa, no a un simple acto rutinario. Así que examina cómo das, porque al dar debes hacerlo con gratitud y con fe, no cómo una imposición, ni mucho menos cómo una costumbre. Tu corazón al dar, está abriendo o cerrando puertas.
3. El saco roto revela áreas que necesitan restauración. A veces no es falta de provisión, sino de sabiduría y administración. Proverbios 21:20 dice: Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; mas el hombre insensato todo lo disipa. Quizás la abundancia ya pasó por tus manos, pero sin dirección se escapó; pídele a Dios sabiduría para aprender a administrar lo que Él pone en tus manos. La abundancia no se trata solo de cuánto entra, sino de cómo lo administramos en obediencia a Dios, y logramos diversificarlo.
Santiago 1:5 RVR1960|Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
Dios nunca señala un problema sin traer una salida. A ese mismo pueblo que vivía en escasez, el Señor les prometió: La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera; esto significa que la temporada de saco roto puede terminar en restauración y abundancia, si decidimos volvernos a Dios. La gloria futura será mayor que las pérdidas pasadas. ¡Créelo!
Hageo 2:9 RVR1960|La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.
Amado lector, quizás hoy sientes que tu esfuerzo se pierde en un saco roto, pero no es el final de la historia. Dios te está llamando a volver a poner tus prioridades en orden, a confiar más en Su provisión que en tu esfuerzo, y a creer que la gloria venidera será mayor que la pasada. No olvides esto, cuando Dios restaura, no devuelve en la misma medida, sino multiplicado. El saco roto será cosido por Su Divina Providencia, y lo que antes se escapaba, ahora se convertirá en una cosecha abundante.
Oremos juntos, Padre Celestial, reconozco que muchas veces me he sentido como con un saco roto en mis manos, he trabajado, he dado, he sembrado, y aún así no he visto el fruto que espero. Hoy te pido que me muestres en qué áreas no te he puesto primero, que me des un corazón obediente y una mente sabia para administrar lo que me entregas. Declaro que la escasez no tiene la última palabra sobre mi vida, porque tú eres mi proveedor fiel. Creo en tu promesa de que la gloria postrera será mayor que la primera, y espero en ti con fe y esperanza. En el nombre de Jesús, amén.
Deuteronomio 28:12 RVR1960|12 Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960
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