Eclesiastés 11:1 RVR1960|Echa tu pan sobre las aguas; porque después de muchos días lo hallarás.
La vida cristiana nos llama constantemente a actuar con fe, incluso cuando las circunstancias no parecen prometer resultados inmediatos. El sabio Salomón, en Eclesiastés, nos lanza un desafío: Echa tu pan sobre las aguas. A simple vista, esto parece un acto imprudente. ¿Quién tira su pan al agua esperando recuperarlo? Pero en el reino espiritual, esta acción encierra una profunda verdad: Todo lo que hacemos por fe, en obediencia a Dios, nunca es en vano. Fe que siembra sin garantías inmediatas.

El pan representa lo valioso que posees. En tiempos bíblicos, el pan no era un lujo, era un recurso esencial. Echar el pan al agua era un acto simbólico de desprendimiento y entrega. Hoy, este pan puede ser: Tus recursos financieros, tu tiempo, tu servicio a otros, tus dones y talentos, y tus oraciones. Cuando entregas algo de valor, aunque parezca que se pierde, Dios lo ve. Y en el tiempo perfecto, lo devolverá multiplicado.
Proverbios 3:9-10| 9 Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; 10 Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.
Echar algo sobre las aguas significa ponerlo donde no puedes controlar el resultado. Las aguas representan la incertidumbre. Muchas veces, Dios te pedirá que des, que sirvas, que hables o que obedezcas sin ver un fruto inmediato. Pero el hecho de no ver el resultado no significa que no está ocurriendo algo. Las aguas pueden parecer frías, inestables, incluso amenazantes. Pero en medio de esas aguas, Dios está obrando silenciosamente.
2 Corintios 5:7 RVR1960|7 (porque por fe andamos, no por vista);
Después de muchos días lo hallarás, así que la recompensa llegará. Aquí está la promesa que sostiene al sembrador espiritual: Lo que se entrega con fe, se recogerá con gozo. La cosecha no siempre viene enseguida. A veces se tarda. A veces parece olvidada. Pero Dios no se olvida de la semilla que se planta con un corazón obediente. Tu pan volverá. Esa oración por años que hiciste por tu familia. Esa siembra económica que hiciste cuando apenas tenías. Ese perdón que diste sin que lo merecieran. Ese consejo que diste a alguien en necesidad. Todo eso regresará. Y lo hace en el momento exacto, de la forma que más glorifique el nombre de Dios.
Gálatas 6:9 RVR1960| No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
A veces no damos porque sentimos que perderemos. Dios te llama a sembrar en fe, no a retener por miedo. No compartimos, no servimos, no sembramos porque nos domina la mentalidad de escasez. Pero la Palabra nos enseña en Proverbios 11:25: El alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado. El que retiene se empobrece. Pero el que echa el pan sobre las aguas, aunque parezca una locura, está activando un ciclo espiritual de abundancia, fe y recompensa.
2 Corintios 9:6-8 RVR19606 Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
Amado lector, suelta, confía y espera. Hoy el Señor te llama a soltar el pan que estás guardando por temor. Él quiere que lo pongas en Sus manos, aunque parezca que se pierde. La fe que entrega es la fe que cosecha. No retengas tu servicio, tu amor, tus dones, tus recursos, tu intercesión. Échalos sobre las aguas del propósito divino y espera con esperanza en Su Divina Providencia. Dios tiene la medida, el día y la forma en que te lo devolverá. Oremos juntos, Padre Celestial, hoy decido echar mi pan sobre las aguas. No quiero vivir reteniendo lo que me has dado por temor a perder. Ayúdame a confiar en que todo lo que siembro en obediencia y en fe regresará en tu tiempo perfecto. Fortalece mi fe para soltar lo que me cuesta, y capacítame para esperar con esperanza el cumplimiento de tu promesa. En el nombre de Jesús. Amén.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960