1 Tesalonicenses 5:18 RVR1960 | Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.
La gratitud no es una emoción bonita, ni una tradición cultural, ni un acto social para un día específico; la gratitud es un arma espiritual. Cuando Dios ordena que demos gracias en todo, no está hablando de cortesía, está hablando de estrategia, porque el enemigo sabe que un corazón agradecido es un corazón blindado, y un corazón que reconoce la fidelidad de Dios; aun en medio del desierto es un corazón imposible de quebrantar.
La gratitud abre los cielos, reposiciona el alma y desarma toda obra de las tinieblas que quieren detener tu fe. Hay temporadas donde agradecer fluye, pero hay otras donde agradecer es una guerra porque las lágrimas están más presentes que las respuestas, el cansancio pesa más que las fuerzas, y aquello que Dios prometió parece no encajar con lo que estás viviendo, pero aun así, Dios dice: Da gracias. Mira, la gratitud no niega la realidad, sino que la gratitud afirma quién es Dios por encima de tu realidad.

Efesios 1:3 RVR1960|Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
Notemos esto:
Agradecer en medio de la batalla es un acto de resistencia espiritual. Cuando das gracias en la prueba, estás declarando que sigues creyendo, y el infierno tiembla ante un creyente que agradece sin haber recibido todavía, porque ese tipo de gratitud no depende de circunstancias, depende de la convicción que tenemos. La acción de gracias le recuerda al enemigo que no peleas desde la derrota, sino desde la victoria ya establecida en Cristo.
Apocalipsis 1:18 NVI|Yo soy el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos y tengo las llaves de la muerte y sus dominios.[a]
La gratitud activa lo que la queja detiene. Israel pasó 40 años en el desierto porque su boca murmuró más de lo que agradeció; ellos tenían promesas, dirección, presencia, pero la queja canceló el avance, y aún hoy, muchos creyentes están estancados, no por falta de profecías, sino por falta de gratitud. Debemos entender que la gratitud abre caminos; agradecer no es negar lo que falta; es honrar lo que Dios ya hizo, y quien honra, atrae, porque donde hay gratitud, hay multiplicación.
La gratitud es el lenguaje del altar. Antes de multiplicar los panes, Jesús dio gracias, antes de resucitar a Lázaro, Jesús dio gracias, antes de ir a la cruz, Jesús dio gracias; porque la gratitud antecede al milagro, porque al agradecer reconoce públicamente que Dios es la fuente, Él no tardará en manifestar Su gloria. La gratitud prepara el terreno para lo sobrenatural, para lo nuevo y para lo que todavía no entiendes.
Filipenses 4:6-7 RVR1960 |6 Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. 7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Amado lector, hoy es un día donde muchos agradecen por tradición, pero tú no; tú agradeces por revelación, agradeces por lo que ves y por lo que no ves; por lo que entiendes y por lo que quiso matarte; por lo que recibiste y por lo que Dios todavía está formando; quizás no estás donde soñabas, pero tampoco estás donde el enemigo esperaba que hoy estuvieras para destruirte. Dale gracias a Dios aunque aún estés en proceso, porque lo que Él hace en lo secreto se revelará en público, porque tu propósito, tu promesa, tu futuro, y la gratitud que entregues hoy será tu semilla para mañana.
Oremos juntos, Padre Celestial, hoy te doy gracias no por obligación, sino por convicción. Gracias por tu fidelidad en mis temporadas difíciles, porque tu mano me ha sostenido; por las puertas que abriste y por las que cerraste para protegerme, gracias por lo que estás sanando, por lo que estás alineando y por lo que estás preparando, te doy gracias en todo, porque confío en tu voluntad, que mi gratitud sea mi arma, mi adoración y mi victoria, en el nombre de Jesús, amén.
Salmo 107:1 NVI |¡Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre!
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las Biblias utilizadas:
RVR1960 | Reina-Valera 1960
NVI | Nueva Versión Internacional