Ester 4:14 RVR1960|Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?
Hay temporadas en la vida donde sentimos que las puertas se han cerrado: oramos, tocamos, insistimos, pero nada se mueve; sin embargo, el Dios que obró en los días de Ester sigue siendo el mismo hoy. Él no necesita que las puertas estén abiertas para abrirlas; Él mismo las crea, cuando parece no haber oportunidad, Dios fábrica una, Él activa lo que estaba dormido. Ester no nació en un palacio, ni tenía apellido real. Era una mujer sencilla, huérfana, y extranjera. Pero cuando Dios tiene un propósito, no hay condición humana que lo limite. Él la colocó en el lugar exacto, en el momento perfecto, y con la gracia precisa para cumplir su misión. Lo que para otros parecía imposible, Dios lo usó como plataforma para mostrar Su poder. Así es el Dios que servimos, Él abre puertas imposibles, levanta a los pequeños, cambia decretos y posiciona a los suyos en lugares de influencia para cumplir sus planes eternos.

Cuando Dios abre una puerta:
1. Nada ni nadie puede cerrarla. Hay puertas que los hombres pueden abrir y cerrar según su voluntad, pero las puertas que abre Dios son eternas y firmes. Cuando el Señor abre una puerta, no hay oposición humana, espiritual ni circunstancial que pueda detener Su propósito. Ester se enfrentó a un sistema poderoso, un decreto de muerte firmado y sellado por el rey. Todo parecía perdido. Pero cuando Dios decide intervenir, los sellos se rompen, las leyes cambian y los corazones se vuelven a favor del pueblo de Dios. Dios no depende de las llaves del mundo; Él tiene las llaves del cielo. Aunque alguien intente cerrarte el paso, si la puerta es de Dios, permanecerá abierta, y si se cierra, es porque Él tiene una mejor que abrirá más adelante.
Apocalipsis 3:8 RVR1960|Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
2. Dios te prepara antes de abrir la puerta. Antes de que Ester se presentará ante el rey, hubo un proceso. Ella no entró al palacio de un día para otro. Pasó por una temporada de purificación, proceso, preparación y espera. Fue instruida, ungida y transformada; de la misma forma, Dios prepara a sus hijos antes de cada oportunidad. A veces esa preparación incluye desiertos, largos silencios, lágrimas, dolor, pruebas y vergüenzas, pero cada una de esas etapas te están formando para sostener en lo que viene.
Mira, cuando Dios está por abrir una puerta grande, primero trabaja en tu carácter, en tu obediencia y en tu dependencia a Él. Ester no se movió por impulso ni por emoción, se dejó guiar, supo escuchar, buscó la dirección divina a través del ayuno y la oración. Se alineó con la voluntad del cielo, y cuando llegó el momento, entró con gracia y autoridad. No te desesperes si todavía no se ha abierto esa puerta por la que has estado clamando, puede que aún no estés lista para la oportunidad, porque cuando llegue, encajarás a la perfección.
1 Pedro 5:10 RVR1960|Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
3. La puerta que Dios abre no solo te bendice a ti, sino también a los tuyos. Ester pudo disfrutar su posición en el palacio y olvidarse de su pueblo, pero comprendió que su propósito era mayor. Ella entendió que la oportunidad que Dios le dio no era solo para ella, sino para salvar a toda una nación. Cada puerta que Dios abre lleva un propósito más grande que nuestra comodidad personal, se trata de impactar vidas, de glorificar Su nombre, y de extender Su Reino.
Cuando Dios te abre una puerta, no lo hace solo para ti, sino para que seas canal de bendición. La provisión que te da, el lugar donde te posiciona, la oportunidad que te entrega, todo eso tiene una razón celestial, y así como Ester intercedió por su pueblo, tú estás siendo levantado para interceder, bendecir y rescatar a otros. No tomes a la ligera las puertas que Dios abre; cuídalas, honralas y úsalas para Su gloria, porque cuando Él te posiciona, es para traer una multiplicación eterna.
Génesis 12:3 RVR1960|Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra.
Amado lector, quizás hoy te sientas en un tiempo de espera, o frente a puertas cerradas, pero no te desesperes, el mismo Dios que levantó a Ester está abriendo caminos en lo oculto. Puede que aún no lo veas, pero Él ya está trabajando a tu favor, porque donde otros ven imposibles, Dios ve oportunidades. Y aunque el enemigo levante decretos de muerte, Dios ha escrito una historia de victoria. ¡Confía! No fue en vano tu preparación, ni tus lágrimas, ni tu espera, Dios está abriendo la puerta correcta.
Oremos juntos, Padre Celestial, gracias porque tú eres el Dios que abre puertas donde no las hay, hoy decido confiar en tu tiempo y en tus planes, prepara mi corazón, como preparaste el de Ester para estar lista cuando llegue mi oportunidad, que cada puerta que abras sea para glorificar tu nombre y bendecir a otros, en el nombre de Jesús, amén.
Salmos 37:23-24 RVR1960|23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, Y él aprueba su camino. 24 Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960.