Llegó el tiempo de cosechar el cumplimiento de Sus promesas

Amós 9:13-15 NTV|13 «Llegará el día—dice el Señor— en el que el grano y las uvas crecerán más rápido de lo que puedan ser cosechados. ¡Entonces los viñedos en las terrazas de las colinas de Israel destilarán vino dulce! 14 Traeré a mi pueblo Israel de su cautiverio en tierras lejanas; reedificarán sus ciudades que están en ruinas y nuevamente vivirán en ellas. Plantarán viñedos y huertos; comerán sus cosechas y beberán su vino. 15 Los plantaré firmemente allí en su propia tierra. Nunca más serán desarraigados de la tierra que yo les di», dice el Señor tu Dios.

Dios no solo promete abundancia material o aceleración en los procesos, sino también una restauración integral de las personas, familias y generaciones. La restauración divina no es un simple volver al punto de partida, sino ser levantados a una condición mayor y más gloriosa que la anterior. Cuando Joel profetizó que Dios restituirá los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, está hablando de pérdidas acumuladas, de temporadas de dolor, ruina y desolación. Quizás has vivido lo mismo en tu casa, relaciones quebradas, palabras que hirieron, momentos de desgaste emocional, pero Dios anuncia que ni un solo año de tu vida ha sido desperdiciado, porque lo que parecía pérdida, Él lo transforma en testimonio.

Joel 2:25-26 RVR1960|25 Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros. 26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

Notemos esto: En la Biblia vemos cómo familias enteras fueron restauradas por la mano de Dios; José fue vendido por sus hermanos, pero luego Dios lo levantó como gobernador y usó su posición para salvar la vida de quienes lo traicionaron (Leer Génesis 50:20). Job perdió a sus hijos, bienes y salud, pero Dios le restituyó el doble de todo lo que había tenido (Leer Job 42:10) y por último el hijo pródigo, quien regresó roto y humillado, pero el Padre lo recibió con fiesta y restitución de identidad (Leer Lucas 15:22-24).

La restauración de Dios no solo toca tu corazón, también abraza a tu familia, sana heridas, rompe cadenas generacionales y establece una nueva historia bajo su gracia. Quizás hay áreas de tu vida personal que sientes destruidas; autoestima herida, sueños detenidos, relaciones dañadas, pero hoy la Palabra declara que el Dios de la restauración está trabajando en tu favor.

En lo personal, Dios está trabajando. El Espíritu Santo trae sanidad a las heridas más profundas de tu corazón. Él limpia, restaura tu identidad en Cristo y te levanta como hijo amado.

Salmos 147:3 RVR1960|Él sana a los quebrantados de corazón, Y venda sus heridas.

En lo familiar, Dios está trabajando.  Lo que parecía dividido, Dios lo está uniendo; lo que parecía muerto, Él lo revive, Su promesa no solo es para ti, sino también para tu casa.

Hechos 16:31 RVR1960|Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

En las generaciones, Dios está trabajando. Dios no restaura de manera momentánea, sino que establece un legado. Lo que siembres hoy en fe y obediencia será una herencia de bendición para tus hijos y los hijos de tus hijos.

Deuteronomio 6:6-7 RVR1960|6 Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7 y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.

Amado lector, la restauración de Dios es integral. No importa lo que se haya perdido en el pasado, Él tiene poder para devolver, multiplicar y transformar en gozo lo que antes fue dolor. El enemigo quiso robar, pero no pudo anular el decreto divino. Tu vida y tu familia están bajo el pacto de un Dios que restaura y asegura permanencia. ¡Prepárate!, porque no volverás a vivir en vergüenza, sino en plenitud.

Su Palabra declara sobre ti: Lo que estaba roto lo hará nuevo, lo que estaba perdido lo devolverá, y lo que parecía muerto vivirá para gloria de Su Nombre. Oremos juntos, Padre Celestial, gracias porque tú eres Dios de restauración; hoy creo que sanas mi corazón y levantas mi vida personal en una nueva identidad en Cristo. Declaro que mi familia experimentará una visitación de tu presencia, y habrá reconciliación, unidad y plenitud bajo tu gracia. Creo que todo lo que el enemigo intentó robar será devuelto con multiplicación, y que mis generaciones caminarán bajo un legado de honra y bendición. Lo que parecía perdido será levantado, y lo que parecía muerto vivirá, en el nombre poderoso de Jesús. Amén.

Isaías 61:7 NTV|Disfrutarán de una doble honra en lugar de vergüenza y deshonra. Poseerán una doble porción de prosperidad en su tierra, y una alegría eterna será suya.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
NTV|Nueva Traducción Viviente
RVR1960|Reina-Valera 1960