Apocalipsis 12:10 RVR1960|Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.
Uno de los ataques más crueles que el enemigo lanza contra los hijos de Dios es el de la acusación constante. No necesita inventar grandes mentiras; muchas veces le basta con recordar tu pasado, tus errores, tus caídas y esos momentos de vergüenza que preferirías olvidar, pero salen nuevamente a escena. El diablo es llamado en la Biblia el: Acusador de los hermanos, porque sabe que si logra llenarte de culpa, podrá mantenerte esclavamente atado y paralizado.

La palabra diablo proviene del griego diabolos, que significa: Calumniador, acusador, el que lanza algo para dividir. Cada acusación tiene un objetivo: dividirte de Dios, de tus hermanos de la fe, separarte emocional y espiritualmente de toda comunión con Dios. El diablo sabe que, mientras vivas sintiéndote indigno o sucio, será más fácil mantenerte alejado de la presencia de Dios, de la oración, del propósito y de tu congregación.
Quizá alguna vez te has sentido así. Estás adorando en la iglesia, y de pronto, como un susurro en la mente, viene el recuerdo de lo que hiciste en el pasado, o estás a punto de dar un paso en tu llamado, y te ataca el pensamiento de que no eres digno, que no estás limpio, que Dios no puede usarte. Esa es la estrategia del enemigo: usar lo que hiciste ayer para robarte la fe hoy. Pero es tiempo de romper con esos ciclos repetitivos, hoy es el día de desenmascararlo y no permitirle que siga manipulando tu mente y corazón.
Romanos 8:1 RVR1960|Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Él conoce bien tus heridas y la tecla que te debe tocar, sabe exactamente qué recuerdos traer a tu mente para detenerte. Su meta es que vivas con un peso constante sobre tu conciencia, creyendo que nunca podrás ser usado por Dios, que no mereces Su perdón, que siempre serás el mismo; pero hay algo que debes tener claro, y es: La sangre de Cristo es mucho más poderosa que cualquier acusación. Jesús no solo perdonó tus pecados; sino que también los borró por completo. No quedaron en pausa, ni guardados en un archivo celestial esperando ser usados en tu contra. ¡No, no, no, nada de eso! Esos fueron lanzados al fondo del mar, y Dios prometió no acordarse nunca más de ellos. El diablo es experto en desempolvar tus fracasos, pero Dios es experto en darte un nuevo comienzo, y este empieza hoy.
Miqueas 7:19 RVR1960|Él volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.
Si el enemigo te acusa, recuérdale que Jesús ya pagó el precio por tu libertad; no eres quien fuiste, ni estás condenado a vivir bajo la sombra de tu pasado, eres una nueva criatura en Cristo. Puede que aún tengas consecuencias naturales de tus errores, pero eso no te desacredita como hijo de Dios.
Amado lector, si escuchas la voz de la acusación en tu mente, no le respondas con tus propias fuerzas ni con tus méritos. Respóndele con la verdad de la Palabra: No hay condenación para los que están en Cristo Jesús. Tu pasado no determina tu futuro, ya Dios te ha perdonado, te ha lavado, y tiene propósito contigo; no permitas que el acusador robe tu paz ni tu llamado. Levanta la cabeza, camina en la libertad que Cristo te ha dado. Dios no te mira con los ojos de tu historia pasada, sino con los ojos de la gracia y el amor de Jesús. Oremos juntos, Padre Celestial, gracias porque tu sangre me ha limpiado y perdonado. Hoy renuncio a toda acusación que quiera robarme la paz, declaro que soy libre, perdonado y amado por ti; que mi mente y mi corazón se llenan de tu verdad, y que mi pasado nunca me impedirá avanzar hacia el propósito que tienes para mí vida y mi familia. En el nombre de Jesús, amén.
Juan 8:36RVR1960|Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960