¡Sí verás la lluvia! Aunque hoy no veas nada…

1 Reyes 18:43 RVR1960|Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces.

Después de una gran sequía que había asolado la tierra por tres años, Dios le había prometido al profeta Elías que enviaría lluvia. El profeta sube al monte Carmelo y se postra en oración. Pero lo interesante es lo que sigue: Elías le pide a su criado que vaya a ver si ya hay señales de lluvia… y no una, sino ¡siete veces!

Cuántas veces nosotros, al igual que el criado, miramos con nuestros ojos naturales y decimos: No hay nada. Pero Dios nos está enseñando a mirar con ojos de fe, a creer aunque no veamos todavía. La respuesta no siempre llega a la primera oración, ni al primer ayuno, pero eso no significa que Dios no esté obrando. El profeta Elías no se desanimó, ni dudó; él sabía que la promesa de Dios era verdadera, por eso insistió: Vuelve siete veces.

Habacuc 2:3 RVR1960|Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

En la séptima vez, el criado ve una pequeña nube del tamaño de la palma de una mano. A los ojos humanos, no era gran cosa, pero para el que cree, eso era la señal del milagro. Y así fue: esa pequeña nube trajo una gran lluvia.

Tal vez hoy te encuentres esperando una respuesta, un milagro, una provisión o una restauración. Quizás ya miraste una, dos o tres veces y dijiste: No hay nada. Pero el Espíritu Santo te dice hoy: Vuelve otra vez. Persevera. Ora. Adora. Cree. Porque aún la más pequeña señal en lo espiritual es el anuncio de una gran manifestación en lo natural.

No subestimes lo pequeño. Dios muchas veces comienza con algo insignificante para mostrar Su grandeza. Esa nube pequeña era suficiente para el profeta Elías, porque sabía que lo que viene de parte de Dios siempre crece, se manifiesta y transforma.

Romanos 8:24-25  RVR1960|24 Porque en esperanza fuimos salvos; pero la esperanza que se ve, no es esperanza; porque lo que alguno ve, ¿a qué esperarlo? 25 Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Amado lector, no te canses de subir al monte. No dejes de mirar al cielo. Si Dios lo prometió, Él lo cumplirá. Hoy puede ser el día que veas la pequeña nube que anuncia el comienzo de la respuesta que tanto esperas. ¡Prepárate! Porque viene lluvia abundante. Oremos juntos, Padre Celestial, ayúdame a no rendirme cuando no vea nada. Dame la fe del profeta Elías para perseverar en la oración y seguir creyendo hasta ver la señal. Aunque lo que vea sea pequeño, que mi corazón reconozca que Tú estás obrando. Gracias por las promesas que se cumplen en tu tiempo. ¡Creo que viene lluvia para mi vida! En el nombre poderoso de Jesús, amén.

Lucas 1:37 RVR1960|porque nada hay imposible para Dios.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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