Llegó el  tiempo de Conquistar

Josué 1:8-9 RVR1960| 8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.

Desde el momento en que Dios llamó a Josué para liderar a Israel hacia la Tierra Prometida, le dio instrucciones claras y contundentes: debía meditar en Su palabra y obedecerla sin desviarse. No bastaba con conocer la ley; debía vivirla y caminar en ella con fidelidad. Este mandato sigue siendo crucial para nosotros hoy. Si anhelamos conquistar las promesas de Dios en nuestra vida, debemos hacer de Su palabra nuestra brújula diaria.

Meditar y obedecer: Claves para la conquista
La meditación en la Palabra de Dios no es solo un ejercicio intelectual, sino un proceso de transformación espiritual. No se trata de leer por rutina, sino de sumergirse en las Escrituras, reflexionar en ellas y aplicarlas en cada aspecto de nuestra vida. Dios le prometió a Josué que si hacía esto, su camino prosperaría y todo le saldría bien.

Muchos creyentes conocen la Biblia, pero pocos la practican. Sin obediencia, la revelación de Dios queda estancada en nuestra mente sin producir frutos. La verdadera prosperidad no radica en acumular bienes o éxitos personales, sino en caminar en la voluntad de Dios y darle la gloria en cada victoria alcanzada. La conquista que Dios nos promete es integral: espiritual, emocional y material, pero solo se obtiene a través de la obediencia.

Santiago 1:22-25 RVR1960|22 Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. 23 Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, este es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. 24 Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. 25 Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace.

Fuerza y valentía: La actitud del conquistador
Después de darle la clave del éxito a Josué, Dios le hace un llamado firme: «Esfuérzate y sé valiente, no temas ni desmayes.» La conquista no sería fácil; habría batallas, desafíos y gigantes en el camino. Pero la seguridad de Josué no estaba en su capacidad, sino en la presencia de Dios con él. Cuando Dios nos llama a ser fuertes y valientes, no se refiere solo a una fortaleza física, sino a una determinación inquebrantable en nuestra fe. La valentía en el reino de Dios es confiar en Sus promesas incluso cuando todo parece adverso. No es ausencia de miedo, sino decisión de avanzar confiando en que Dios ha entregado la victoria.

Si hoy enfrentas situaciones que parecen imposibles, recuerda: no estás solo. Dios está contigo a dondequiera que vayas. No te rindas, no permitas que el temor o la duda te paralicen. Aférrate a Su palabra, avanza con fe y sé testigo de cómo Él te lleva a la conquista de lo que ha prometido.

Deuteronomio 31:6 RVR1960| Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.

Amado lector, reflexiona sobre cómo la palabra de Dios ocupa un lugar en tu vida. ¿Cómo estás viviendo la palabra de Dios en tu vida? ¿Solo la lees o la aplicas? ¿Permites que guíe tus decisiones diarias? Hoy Dios te recuerda que la clave para conquistar esas promesas están en meditar, obedecer y caminar con valentía. No temas ni desmayes; el Dios Todopoderoso va delante de ti.

Oremos Juntos, Señor, gracias por tu palabra que es lámpara a mis pies y luz en mi camino. Ayúdame a meditar en ella cada día y a vivir conforme a tus principios. Dame la valentía para enfrentar cada desafío con la certeza de que tú estás conmigo. Declaro que caminaré en obediencia y conquistaré todo lo que has prometido para mi vida. En el nombre de Jesús, amén.

1 Juan 5:4 RVR1960| Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.

Con amor,
Fabio R. Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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