La Luz que transformó nuestras vidas

Lucas 2:10-11  NTV| 10 pero el ángel los tranquilizó. «No tengan miedo—dijo—. Les traigo buenas noticias que darán gran alegría a toda la gente. 11 ¡El Salvador—sí, el Mesías, el Señor—ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!

Cuando pensamos en la Navidad, muchas veces nos dejamos llevar por los afanes: los regalos, la cena y las interminables listas de pendientes. Sin embargo, el verdadero significado de esta celebración no está en lo material, sino en el regalo más grande que la humanidad ha recibido: Jesús. En un humilde pesebre, el Salvador del mundo vino a nosotros para mostrarnos el amor de Dios, traer paz a nuestros corazones y encender Su luz en nuestras vidas.

El verdadero amor que cambió las vidas. El nacimiento de Jesús nos recuerda que el amor de Dios es incondicional. No se trata de lo que hacemos o dejamos de hacer, sino de lo que Él hizo por nosotros. Su Hijo vino al mundo en las circunstancias más sencillas para mostrarnos que no necesitamos grandezas ni riquezas para experimentar Su amor. En esta Navidad, recordemos que el mayor regalo que podemos dar es nuestro tiempo, nuestro cariño y nuestras oraciones por quienes nos rodean. Como dice la Biblia en 1 Juan 4:9:En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.

Romanos 5:8 RVR1960|Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

La paz que llena el alma. La Navidad también es un tiempo para reflexionar y encontrar paz en medio de nuestras agitadas vidas. Jesús vino a reconciliarnos con Dios y a darnos una paz que sobrepasa todo entendimiento. No importa cuán difíciles sean nuestras circunstancias, Su paz puede llenar nuestro corazón si le permitimos entrar. Este año, en lugar de enfocarnos en lo que falta, agradezcamos por lo que tenemos: familia, amigos y la oportunidad de compartir el mensaje de esperanza con aquellos que lo necesitan.

Colosenses 3:15 RVR1960| Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

La luz que ilumina nuestra Navidad. Jesús dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. (Juan 8:12). En esta Navidad, dejemos que Su luz nazca en nuestros corazones y nos guíe. Así como la estrella de Belén guió a los sabios hasta el niño Jesús, Su luz puede guiarnos a ser instrumentos de bendición para otros. Tal vez alguien cercano a nosotros esté pasando por un momento difícil. Compartir una palabra de aliento, una comida o simplemente nuestra compañía puede ser el reflejo de esa luz que transforma vidas.

Mateo 5:14-16 RVR1960| 14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. 15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. 16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Un tiempo para compartir. La Navidad no se trata de los regalos costosos o de las mesas llenas de manjares. Se trata de compartir el amor de Dios con quienes nos rodean. Es un tiempo para abrir nuestros hogares y corazones, especialmente a aquellos que menos tienen. Al hacerlo, imitamos el corazón de Jesús, quien no vino a ser servido, sino a servir y a dar Su vida por nosotros (Leer Mateo 20:28).

Amado lector, en esta Navidad, hagamos una pausa para recordar el verdadero significado de esta celebración. Dejemos que la luz de Jesús nazca en nuestros corazones y transforme nuestra manera de vivir. Aprovechemos este tiempo para fortalecer los lazos familiares, para compartir con quienes tienen menos y para reflexionar sobre el inmenso amor de Dios. Que Su luz brille a través de nosotros y lleve esperanza a un mundo que tanto la necesita. Oremos juntos, Padre Celestial, gracias por el regalo de tu Hijo Jesús. En esta Navidad, queremos abrir nuestros corazones para que Su luz ilumine nuestras vidas. Ayúdanos a compartir tu amor con nuestra familia, nuestros amigos y aquellos que más lo necesitan. Que esta temporada sea un recordatorio constante de tu bondad y de la paz que solo tú puedes dar. Amén.

Lucas 1:78-79 RVR1960| 78 Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó desde lo alto la aurora, 79 Para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.

Con amor, 

Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
NTV|Nueva Traducción Viviente
RVR1960| Reina-Valera 1960

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