Día 4 – Derribando la parálisis espiritual

Juan 5:8 RVR1960|8 Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.

La parálisis espiritual no siempre se nota por fuera, pero por dentro si la podemos sentir profundamente. sabiendo dentro de nosotros mismos lo que Dios quiere hacer con nosotros, pero no avanzamos. Se siente que las promesas están allí, pero no logramos verlas realizadas, porque nos encontramos en pausa; pero Dios quiere romper con todo eso en este día. Que no iniciemos un nuevo año de la misma manera, porque si deseamos romper con la parálisis espiritual, uno de nuestros principales objetivos es empezar con hacer pequeños cambios que sabemos que impactaran en el mundo espiritual, y nos llevaran a verlo manifestando en lo natural. 

El hombre del estanque de Betesda, durante 38 años espero un cambio pero sin fuerzas para moverse. Jesús se acercó y le preguntó: ¿Quieres ser sano? No porque dudara de su deseo, sino para despertar algo dentro de él que estaba dormido, y esta era su voluntad. La parálisis espiritual entra por la espera eterna, por la decepción de que esto no funcionó antes, por el dolor que nos hizo bajar los brazos, por hábitos que nos adormecen, por las palabras que no se han cumplido, por la comodidad de quedarnos donde estamos; y un sin numero de cosas.  Pero hoy Jesús se acerca a tu vida, al lugar donde te has estancado, y te llama a vencer a esos tres enemigos ocultos que han estado conviviendo contigo camuflados:

El miedo te dice: ¿Y si vuelves a fracasar?
La excusa culpa siempre a las circunstancias: No tengo quien me ayude
La resignación susurra: Así será siempre

Cuando Jesús dijo: Levántate, rompió el dominio de la derrota, cuando le dijo: Toma tu lecho, estaba cortando toda posibilidad de que volviera atrás., y cuando declaró: Anda, lo que provocó fue que él pensara de manera diferente, que su futuro sería diferente. Tres órdenes que hoy también son para ti.

Dios no te llamó a seguir excusándote para sobrevivir; no fuiste creado para quedarte estancado en lo mismo, año tras año. Este ayuno es una orden divina sobre tu espíritu: ¡Despierta! ¡Muévete! ¡Conquista! Todo lo que te paralizó, sea el temor, el cansancio, la duda, la tristeza, el pecado, la culpa, hoy cae por tierra en el nombre de Jesús. Él te capacita, te empuja hacia lo nuevo y te da las nuevas fuerza que tú no tenías. No te quedes esperando que algo pase, comienza a provocarlo tú. Toma la decisión de caminar como Jesús, porque en Su palabra hay poder, y llegó tu turno de levantarte. 

Oremos juntos, Padre Celestial, gracias porque vienes a mi encuentro para levantarme. Hoy renuncio al miedo, a la excusa y a la resignación. Declaro que tu palabra rompe toda parálisis espiritual en mi vida; me levanto por tu poder, tomo lo que había dejado tirado y camino hacia lo nuevo que has preparado para mí. Dame valentía para avanzar y dar pasos de fe. En el nombre de Jesus.

Amado lector, en este día haz una acción que has venido postergando por miedo o cansancio: Llama a alguien que debes perdonar, retoma tu servicio, apasionate nuevamente por la oración por la lectura de la Palabra. Escribe cual será tu primer propósito para este nuevo año 2026, y muévete,  aunque sea un paso pequeño,  pero muévete, suelta la excusa y activa tu fe.

Marcos 2:11 RVR1960|A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las Biblias utilizadas:
RVR1960 | Reina-Valera 1960

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