Isaías 43:18–19 RVR1960|18 No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.
Antes que finalice este tiempo, Dios nos está llamando a cerrar todo aquello que nuestro corazón se niega a aceptar; no porque no entendamos Su Palabra, sino porque desarrollamos lealtades emocionales al pasado, y mientras esas lealtades no se rompan, el avance espiritual siempre será parcial e inconcluso. Dios puede abrir lo nuevo, pero no nos puede introducir plenamente si seguimos mirando hacia atrás. Mirar atrás es repetir el error de la mujer de Lot: salir del lugar, pero no soltar el deseo. Ella no fue juzgada por curiosidad, sino por desobediencia emocional. Miró porque algo en su interior aún pertenecía a Sodoma; y muchos hoy quieren heredar promesas nuevas con afectos viejos que Dios ya pidió soltar.

Génesis 19:26 RVR1960|Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal.
Notemos esto: honrar las raíces del pasado no significa permanecer atadas a ellas. Honrar no es idolatrar el pasado, es reconocerlo y soltarlo en el tiempo correcto. Hay personas que creen que dejar ir es traicionar su historia, cuando en realidad, permanecer aferrados es traicionar la obra que Dios quiere hacer ahora. Dios no te está pidiendo que niegues lo que fue, te está pidiendo que no lo conviertas en ancla, porque te mantendrá estancado y estéril.
Israel fue liberado de Egipto, pero muchos nunca rompieron emocionalmente con Egipto. Extrañaban lo que los esclavizaba porque lo conocido se sentía más seguro que lo prometido, y esa es la naturaleza de las lealtades mal ubicadas, porque te mantienen conectado a lo que Dios ya cerró. El enemigo no siempre te ata con cadenas visibles, muchas veces los recuerdos idealizados y las nostalgias distorsionadas, son lo que lo hacen.
Dios dice con claridad: No traigáis a memoria las cosas antiguas. No porque no hayan existido, sino porque insistir en ellas te roba discernimiento para lo nuevo.
Hay temporadas que fueron buenas, pero ya terminaron, ya cumplieron su ciclo; es tiempo de soltar los apegos del pasado, porque esto te está siendo resistencia a lo nuevo que Dios te ha preparado.
Amado lector, este es un día de decisión espiritual. Romper lealtades al pasado no es olvidar, es elegir no vivir gobernada por este. El Espíritu Santo quiere liberarte de ataduras invisibles que te han hecho caminar con el corazón dividido, un pie en lo nuevo y otro en lo viejo. Por eso Dios hoy te llama a honrar el pasado dejándolo en el lugar correcto. Agradece lo que fue, aprende de lo que dolió y suelta lo que ya no corresponde, porque lo nuevo que Él quiere hacer requiere manos libres, miradas enfocada y un corazón dispuesto a avanzar sin nostalgia que le retenga.
Determinarte a cerrar este capítulo en tu vida, es un avance de obediencia, porque entendemos que Dios no nos está quitando nada, sino que nos está preparando para recibir algo mayor, y lo nuevo solo se manifiesta cuando lo viejo deja de gobernar. Todo va a estar bien, confía. Dios nunca falla.
Oremos juntos, Padre Celestial, hoy decido romper toda lealtad emocional al pasado que tú ya cerraste. Te entrego mis recuerdos, mis nostalgias, mis apegos y todo ciclo que ya no me corresponde, y que durante años he arrastrado y me han mantenido estancado. Agradezco lo que fue, pero hoy abrazo con fe lo que tú estás haciendo para mi y mi familia. Libera mi corazón, mi mente y mis espíritu, para caminar liviano, enfocado y en obediencia. En el nombre de Jesús, amén.
Filipenses 3:13–14 RVR1960|13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las Biblias utilizadas:
RVR1960 | Reina-Valera 1960