Eclesiastés 11:1 PDT |A dondequiera que vayas, haz el bien,[a] que después de un tiempo el bien que hagas te será devuelto.
En ocasiones el temor a perderlo todo nos limita a extender la generosidad hacia quienes lo necesitan, porque creemos que al darle a otros no tendremos recompensa; incluso algunos creen que sus semillas están cayendo sobre tierra seca; pero la generosidad que sembramos cuando nadie nos ve, algún día te será devuelto, esto no es poesía; es un principio espiritual irrevocable del Reino de los cielos, establecido en las Escrituras.

Notemos esto:
1. Dios nunca permite que una siembra justa quede sin cosecha. En nuestra mente natural, dar es perder, pero en el Reino de los cielos, dar es sinónimo de multiplicación. El libro de Eclesiastés nos enseña que toda acción hecha con rectitud, obediencia espiritual o material, sembrada por amor y no por interés, provocará que el sistema celestial del cielo se libere a nuestro favor, porque aquello que para nosotros fue una entrega, para Dios fue una inversión genuina; así que toda oraciones que creíste olvidada, y los silencios que guardaste para honrar a Dios, todo eso está en proceso de regreso, porque Él es un Dios justo.
Gálatas 6:9 RVR1960|No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
2. La devolución de Dios no imita la recompensa humana. Este versículo no habla de karmas, ni de simple moralidad; habla de un Dios que observa, pesa, registra y responde. Los hombres devuelven según su capacidad, pero Dios devuelve según Su gloria, según Su propósito, y según Su tiempo perfecto, porque aquello que sale de tus manos nunca vuelve igual, pero cuando sale de la Divina Providencia, siempre vuelve multiplicado.
Proverbios 11:25 RVR1960|El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.
3. Sembrar en tiempos inciertos es un acto profético. Eclesiastés 11 nos enseña que hay temporadas donde todo se ve incierto, inestable, impredecible, pero Dios no te llama a sembrar solo cuando el terreno es perfecto, sino cuando tu fe está firme. Lo que hoy siembras, está declarando que crees más en lo que Dios hará, que en lo que ahora ves, porque sembrar cuando no ves cosecha es profético, porque estás anunciando que un día el campo dará fruto.
Proverbios 3:5-6 RVR1960|5 Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. 6 Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
Amado lector, no te canses de hacer el bien. Quizás hoy te preguntes: ¿De verdad valió la pena? ¿Acaso Dios vio mi esfuerzo? ¿Por qué no veo resultados? La Palabra te responde: Lo que hoy haces volverá; las semillas no mueren, sino que maduran, y esas siembras no se han perdido, sino que están siendo procesadas. Dios no es injusto para olvidar tu trabajo, tus manos extendidas, tu corazón dispuesto o tu entrega silenciosa; tarde o temprano, lo que sembraste volverá, regresará en bendición, en provisión y en puertas abiertas.
Oremos juntos, Padre Celestial, gracias por enseñarme que toda siembra hecha en obediencia tiene un retorno en tu tiempo y en tu forma. Hoy pongo en tus manos mis acciones, mis obras, mis esfuerzos y mis semillas, aun lo que sembré con lágrimas, tú lo ves; dame fe para seguir haciendo el bien, aun cuando no vea resultados inmediatos, confío en que nada se pierde y que todo lo que planté volverá multiplicado bajo tu gloria. En el nombre de Jesús, amén.
2 Corintios 9:6 RVR1960|Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
PDT|Palabra de Dios para Todos
RVR1960|Reina-Valera 1960