1 Reyes 18:38 RVR1960|Entonces cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja.
En los días del profeta Elías, muchos habían levantado altares a dioses falsos, pero sólo uno fue aprobado por Dios, porque ese altar estaba restaurado, limpio y preparado con obediencia, fe y santidad. No era la multitud la que determinaba cuál altar era verdadero, sino la presencia manifiesta a través del fuego divino. El Señor sigue buscando altares encendidos entre Su pueblo; un altar no se mide por la elocuencia de las oraciones ni por las apariencias externas, sino por la pureza del corazón que lo sostiene. El altar aprobado por Dios, es donde hay rendición genuina, donde las lágrimas riegan la fe y donde la obediencia pesa más que los sacrificios. Muchos quieren respuesta a sus oraciones, pero pocos están dispuestos a pagar el precio de lo que significa vivir en santidad.

Si tu altar ha sido descuidado, el Espíritu Santo te invita a reconstruirlo; quita las piedras caídas, saca las cenizas y vuelve a colocar leña nueva, la adoración, la oración y la Palabra provocarán que ese fuego se encienda. No basta con desear el fuego, hay que prepararle un lugar digno para hacerlo descender.
2 Timoteo 1:6 NVI|Por eso te recomiendo que avives la llama del don de Dios que recibiste cuando te impuse las manos.
Amado lector, Dios te llama hoy a examinar el altar de tu corazón. ¿Está limpio? ¿Hay sacrificio sobre él? ¿Aún hay fuego? El altar aprobado por Dios no es el más grande ni el más visible, sino aquel donde Su presencia tiene el primer lugar. Si has sentido que el fuego se apagó, no te desesperes: el mismo Dios que envió fuego en el monte Carmelo puede hacerlo de nuevo sobre ti. Oremos juntos, Padre Celestial, hoy me presento ante ti para restaurar mi altar; perdóname si he permitido que la rutina, el cansancio o el pecado apaguen el fuego de tu presencia; hoy renuncio a todo lo que ha ocupado el lugar que solo a ti te pertenece. Señor, te pido que mi corazón arda con pasión por tu gloria, por tu Palabra y por tu voluntad; hazme de mi un altar vivo, donde tu presencia pueda habitar con libertad, en el nombre poderoso de Jesús, amén.
Deuteronomio 4:24 RVR1960|Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960.
NVI|Nueva Versión Internacional