La gratitud que abre los cielos

1 Tesalonicenses 5:18 RVR1960|Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

La gratitud no es un simple sentimiento humano, es un arma espiritual que alinea tu corazón con la voluntad de Dios. Cuando agradeces en medio de la abundancia, reconoces que Él es la fuente; pero cuando agradeces en medio de la escasez, la batalla o el dolor, tu gratitud se convierte en un acto profético que abre los cielos a tu favor.

El pueblo de Israel murmuró en el desierto y eso los detuvo, pero Josué y Caleb levantaron una voz de fe y gratitud, y esa actitud los llevó a entrar a la Tierra de la promesa; la gratitud no cambia las circunstancias de inmediato, pero cambia tu visión en medio de ellas. Recordemos también a Jesús frente a la tumba de Lázaro, antes de ordenar la resurrección, levantó sus ojos al cielo y dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. La resurrección vino después de una oración de gratitud, revelándonos a través de este acto, que la gratitud abre los cielos y activa lo sobrenatural.

Juan 11:41 RVR1960|Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído.

Notemos esto: No puedes avanzar en lo nuevo de Dios con un corazón que solo se enfoca en lo que falta; la gratitud te posiciona para ver lo invisible, mientras la queja te ata a lo terrenal. El enemigo sabe que si roba tu gratitud, también te roba tu paz; por eso busca llenarte de quejas, comparaciones y resentimientos. Pero hoy el Espíritu Santo te recuerda que la gratitud es una llave profética, cada vez que agradeces, estás declarando que Dios sigue siendo soberano, que nada se le escapa de las manos, y que lo que parece caos, Él lo transformará en victoria. Practica la gratitud a diario, escribe tres cosas por las que das gracias cada día, aunque parezcan pequeñas, esa disciplina entrenará tu corazón a vivir en constante adoración.

Amado lector, la gratitud es un altar que nunca debe apagarse, mientras agradeces, se fortalece tu fe, se ensancha tu esperanza y se abre camino a nuevos milagros. Lo que hoy agradeces en fe, mañana lo verás en plenitud, así que no dejes que la queja sea tu lenguaje, deja que la gratitud sea tu bandera, aun si no entiendes el proceso, da gracias porque Dios está trabajando en tu favor.  Oremos juntos, Padre Celestial, hoy levanto un altar de gratitud delante de ti, te agradezco por lo que me has dado, por lo que me has quitado y por lo que me has guardado; decido agradecer incluso en medio de lo que no entiendo, porque sé que tu voluntad es perfecta. Declaro que la gratitud abrirá puertas cerradas, traerá sanidad a mi corazón y desatará cielos abiertos sobre mi vida. Declaro que no viviré en queja, sino en continua adoración, en el nombre poderoso de Jesús, amén.

Salmos 100:4 RVR1960|Entrad por sus puertas con acción de gracias, Por sus atrios con alabanza; Alabadle, bendecid su nombre.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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