2 Corintios 12:9 RVR1960|Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Pablo, un hombre que al igual que usted y yo, experimentó un tiempo de prueba intensa, un aguijón en la carne que lo acompañaba y lo hacía sentir limitado. Tres veces le pidió al Señor que se lo quitara, pero la respuesta divina fue distinta a lo que él esperaba: Bástate mi gracia. Dios le estaba revelando que la debilidad no era un obstáculo para su propósito, sino un escenario donde Su poder se manifestaría con mayor fuerza.

La palabra perfecciona en griego es teleióō, que significa completar, llevar a su máximo cumplimiento. Es decir, la debilidad humana es el lugar donde el poder de Dios se despliega plenamente. En tu caminar con Dios, después de este tiempo maravilloso de ayuno, puede que todavía sientas limitaciones, luchas internas o áreas que parecen frágiles; pero hoy el Señor te recuerda que no se trata de tu fuerza, sino de Su gracia. La gracia no solo te salva, sino que también te capacita, te levanta y te impulsa a vivir por encima de tus propias limitaciones.
Cuando reconozcas tu debilidad, no lo veas como fracaso, sino como un altar donde Dios demuestra Su gloria. El reconocer tu fragilidad es el lienzo sobre el cual el Espíritu Santo empezará a pintar la obra perfecta de Jesucristo, así que en lugar de esconder tus luchas, entrégaselas al Señor y confía en que en esas áreas verás el poder de Dios manifestarse. Así como el apóstol Pablo entendió que en su debilidad reposaba el poder de Cristo, también tú experimentarás que cada limitación se convierte en testimonio de la fidelidad divina.
Amado lector, este nuevo tiempo no requiere que seas fuerte en tus fuerzas, sino que te rindas a la gracia que ya te sostiene. Tu debilidad no te define, sino que te posiciona para depender más de Dios, y cuando dependes de Él, su poder se perfecciona en ti, llevándote a niveles que nunca podrías alcanzar solo. Oremos juntos, Padre Celestial, hoy reconozco mis debilidades delante de ti, no como derrotas, sino como oportunidades para ver tu poder manifestado en mí. Declaro que tu gracia me basta, que tu fortaleza me levanta y que tu Espíritu Santo me capacita para avanzar; creo que en cada área frágil de mi vida se revelará tu gloria y que lo que parecía un límite será plataforma para un nuevo nivel de fe. En el nombre de Jesús, amén.
Isaías 40:29 RVR1960|Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960