Colosenses 2:14-15 RVR1960|14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
La cruz, a simple vista, fue un instrumento de tortura y humillación en el mundo romano. Para los hombres, fue el escenario de una derrota, un hombre despreciado, desfigurado y colgado en medio de criminales. Pero en el plano espiritual, la cruz es el trono de la gloria de Cristo, el lugar donde se reveló la sabiduría escondida de Dios.
El apóstol Pablo declara en 1 Corintios 1:18: La palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios. Y cuando conectamos esta verdad con otros pasajes, descubrimos que la cruz no fue un accidente, sino el cumplimiento de un plan eterno. La cruz revela tres realidades profundas: el amor de Dios manifestado, la victoria sobre las tinieblas, y la nueva identidad del creyente.

Isaías 53:12 RVR1960| Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los transgresores.
Principios de la revelación de la cruz
1. La cruz revela el amor eterno de Dios
La Biblia nos dice que con cuerdas humanas nos atrajo; este pasaje, poco usado para hablar de la cruz, es una ventana al corazón de Dios, su amor es el motor de toda redención. En la cruz, ese amor se hizo visible de manera irreversible. Cristo no nos amó cuando éramos fuertes, sino cuando éramos enemigos, esclavos y culpables, allí se demuestra que Su amor no depende de lo que hagamos, sino de quién es Él. Ese amor eterno fue el que sostuvo a Jesús hasta el último aliento y lo impulsó a cargar con nuestro pecado. La cruz nos recuerda que no vivimos bajo la condenación, sino bajo la gracia; y Su amor nos encontró en lo más bajo, y de allí nos levantó a lo más alto, para sentarnos con Cristo en lugares celestiales.
Oseas 11:4 RVR1960| Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida.
2. La cruz revela la victoria sobre las tinieblas
En Números 21:9, cuando Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, todo aquel que la miraba era sanado de la mordedura de serpientes venenosas. Ese acto profético apuntaba al día en que Cristo sería levantado en la cruz para vencer al antiguo enemigo. La Biblia nos declara que en la cruz, Jesús despojó a los principados y potestades; lo que parecía un triunfo del infierno fue, en realidad, su mayor derrota. La cruz es el lugar donde Satanás perdió su dominio legal sobre la humanidad, porque fue allí donde la deuda del pecado quedó cancelada. La revelación de la cruz nos abre los ojos a una verdad gloriosa, ya no peleamos por la victoria, peleamos desde la victoria de Cristo. Cada vez que recordamos la cruz, estamos afirmando que el enemigo no tiene la última palabra sobre nuestra vida, familia o futuro.
Colosenses 2:15 RVR1960|y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.
3. La cruz revela nuestra nueva identidad en Cristo
El profeta Zacarías describe a Josué, el sumo sacerdote, vestido de ropas viles delante del ángel, pero Dios ordenó que le quitaran esas vestiduras y lo vistieran con ropas de gala; y esto es un reflejo de lo que ocurre en la cruz; en Cristo, el acta de acusación quedó anulada, la cruz no solo quita nuestra culpa, sino que también nos reviste de una nueva identidad, nos llama: hijos, herederos y embajadores de su Reino. La revelación de la cruz nos enseña que ya no somos esclavos del pecado, ni víctimas de la vergüenza, sino nuevas criaturas con un propósito eterno. La cruz nos despoja de lo viejo y nos da lo nuevo, recordándonos que no somos definidos por lo que hicimos, sino por lo que Cristo hizo por nosotros.
Zacarías 3:3-4 RVR1960| 3 Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. 4 Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala.
Amado lector, la cruz no es solo un evento histórico, es la manifestación del plan eterno de Dios; en ella encontramos amor que no falla, victoria que no se revierte, y una identidad que no se pierde. Quien recibe la revelación de la cruz, camina con la certeza de que nada podrá separarnos del amor de Dios. Hoy, en este día de ayuno, deja que el Espíritu Santo grabe en tu corazón esta verdad, la cruz es el lugar donde todo cambió a tu favor. Oremos juntos, Padre celestial, gracias por la cruz de Cristo, gracias porque en ella me mostraste tu amor eterno, me diste victoria sobre las tinieblas y me regalaste una nueva identidad. Hoy renuncio a toda condenación y escojo vivir bajo la revelación de la cruz; ayúdame a caminar cada día con gratitud, fe y confianza, sabiendo que lo que Cristo hizo es suficiente para siempre, en el nombre de Jesús, amén.
Gálatas 6:14 RVR1960|Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960
Amén 🙏, preciosa reflexión como siempre hermana Dios le bendiga grandemente.
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