Día 5: Perseverando en el propósito divino

Habacuc 2:3 RVR1960|Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.

El propósito de Dios para nuestra vida es eterno e inmutable. Caminar en Él requiere disciplina, resistencia y sobre todo perseverancia, porque muchas veces no entendemos los tiempos de Dios ni vemos los resultados inmediatos; pero es la fe quien nos sostiene, incluso cuando aparecen obstáculos, retrasos o dudas. Perseverar no significa resistir pasivamente, sino avanzar con determinación hacia lo que Dios ya ha establecido.

Principios para perseverar en el propósito divino

1- El propósito de Dios trasciende la comprensión humana. Dios no nos llama a entender todo, sino a confiar en Su soberanía. Nuestra visión humana nos hace cuestionar los retrasos o dificultades, pero el propósito Divino se cumple en su tiempo perfecto y con precisión absoluta. La perseverancia nace de reconocer que Él conoce cada detalle de nuestra vida y que cada paso tiene significado eterno, aunque nosotros no lo veamos en el momento.

Isaías 14:24 RVR1960|Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado;

2 – La prueba es el taller donde se forma el carácter del creyente
Las dificultades no son obstáculos sin sentido, sino instrumentos de perfección. Dios usa las pruebas para purificar nuestra fe, afinar nuestro carácter y fortalecer nuestra dependencia de Él. Perseverar significa no huir de la prueba, sino caminar a través del fuego con la certeza de que cada experiencia nos prepara para recibir la plenitud de Su propósito.

Salmo 66:10-12 RVR1960|10 Porque tú nos probaste, oh Dios; Nos ensayaste como se afina la plata. 11 Nos metiste en la red;Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga. 12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza; Pasamos por el fuego y por el agua,Y nos sacaste a abundancia.

3 – La perseverancia conecta fe y herencia
El propósito divino se cumple en quienes mantienen la fe y la paciencia juntas. La herencia de Dios no se recibe por entusiasmo momentáneo, sino por constancia en la obediencia. La perseverancia es la cuerda que une nuestra vida presente con la promesa eterna de Dios; quien mantiene la mirada en la meta, aunque haya desvíos o dificultades, asegura que cada sacrificio produzca fruto eterno.

Hebreos 6:12 RVR1960|a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.

Imagina a un corredor en una maratón. Al principio está lleno de energía, pero en el camino aparecen el cansancio, el dolor y la tentación de rendirse; lo que lo lleva a la meta no es solo su velocidad, sino la determinación de terminar la carrera. Así también, nuestro propósito en Dios no se alcanza con entusiasmo pasajero, sino con una fe perseverante que nos impulsa a cruzar la meta que Cristo preparó.

Amado lector, perseverar en el propósito divino es más que resistir; es caminar con firmeza, aunque no siempre tengamos claridad; tal vez sientas que la visión se tarda, pero el Señor te asegura que sin duda vendrá. ¿Has estado cerca de rendirte? Recuerda que cada paso en obediencia cuenta y que Dios mismo garantiza que lo que Él comenzó en ti lo perfeccionará.

Filipenses 1:6 RVR1960|estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;

Oremos juntos, Padre Celestial, gracias porque tu propósito para mi vida es eterno e inmutable. Hoy renuevo mis fuerzas en ti y decido perseverar, aunque no vea aún el resultado; ayúdame a mantener mis ojos en la meta, confiando en que todo lo que has determinado se cumplirá. Te pido que mi corazón no desmaye, y que mi fe y paciencia me lleven a heredar tus promesas, todo esto te lo pido en el nombre de Jesús, amén.

2 Tesalonicenses 3:5 RVR1960|Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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