Vuélvete a Dios y Él se volverá a ti

Malaquías 3:7 RVR1960|Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos?

El corazón humano, por naturaleza, tiende a alejarse de Dios. El pecado, la tibieza y el amor por el mundo levantan muros que nos separan de Su presencia. Sin embargo, el mensaje eterno de Dios sigue siendo el mismo: Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros.

El alejamiento nunca inicia con decisiones importantes, sino con pequeñas concesiones; más tarde oro, mañana leo la Biblia, empiezo a descuidar áreas de mi vida espiritual, justifico mis pecados ocultos, y termino cediéndole espacio a lo que Dios aborrece, y sin darnos cuenta, la llama del Espíritu se va apagando; pero Dios nos recuerda que Él está allí y nos espera con los brazos abiertos.

Isaías 55:7 RVR1960|Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.

Isaías 55:7 lo proclamó con claridad; la gracia de Dios no es un permiso para pecar, sino una puerta abierta para regresar a Él en arrepentimiento sincero. El Espíritu Santo no se queda callado cuando nos alejamos; Él redarguye, convence y nos inquieta a volver a Su presencia, porque sabe que lejos de Dios no hay vida, sino muerte. 

Cuando escuchas esa voz dentro de ti que te dice: ¡Vuelve! ¡Levántate! ¡Arrepiéntete!, es porque Su Espíritu te esta hablando. Así como el hijo pródigo recapacitó entre cerdos, hoy también podemos recordar que en la casa del Padre siempre hay pan, perdón y restauración. Es tiempo de volver a casa. El Señor no desprecia un corazón contrito y humillado.  Si tú decides dar un paso hacia Él, Él correrá hacia ti; el cielo celebra cuando un pecador se arrepiente, y su misericordia es más grande que toda tu rebelión.

Salmos 51:17 RVR1960|Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

Amado lector, el mensaje de Dios es claro y urgente: vuelvan a mí y yo volveré a ustedes; no hay excusas, no hay distancias tan largas ni pecados tan grandes que la sangre de Cristo no pueda limpiar. El Espíritu Santo te llama a dejar atrás el pecado, a derramar tu corazón en arrepentimiento, y a correr nuevamente a los brazos del Padre, porque solo allí encontrarás perdón, paz, vida y restauración. Oremos juntos, Padre celestial, reconozco que me he alejado de ti en pensamientos, palabras y acciones, hoy me vuelvo de todo corazón a tu presencia; te pido que laves mis pecados con tu sangre, hazme nuevo y enciende otra vez el fuego de tu Espíritu en mí; no quiero vivir lejos de ti, ayúdame a soltar las excusas de mi vida. Señor, hoy me vuelvo a ti, porque solo en ti he hallado la verdadera paz. En el nombre de Jesús. Amén.

Isaías 1:18 RVR1960|Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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