Salmo 143:10 RVR1960|Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
Muchos conocen a Jesús como Salvador y al Padre como Creador, pero aún viven sin tener una relación cercana con el Espíritu Santo. Se habla de Él en la iglesia, pero pocos lo tratan como lo que realmente es: una persona, Dios mismo, nuestro mejor amigo. El Espíritu Santo no vino a ser un visitante ocasional en tu vida, sino a habitar contigo, a enseñarte, a guiarte, a revelarte el corazón del Padre y a formar a Cristo en ti.

Conocerlo no es un lujo espiritual; es una necesidad vital para todo hijo de Dios. Cuando le dices: Espíritu Santo, enséñame a conocerte, estás abriendo la puerta a la aventura más transformadora de tu vida, porque conocer al Espíritu Santo es más que saber de Él. No se trata de acumular información, sino de cultivar una relación viva. El Espíritu no se revela a la curiosidad, sino al corazón que lo anhela; conocerlo es aprender a reconocer su voz suave en medio del ruido, su dirección en medio de la confusión, y su abrazo en medio de la soledad.
Juan 14:26 RVR1960|Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
El Espíritu Santo anhela intimidad contigo, no quiere que lo veas como un poder distante, sino como el amigo más cercano que está contigo cuando oras, pero también cuando caminas, trabajas, lloras o ríes, y que cada día susurra al ser humano: Háblame, escucha mi voz, no me ignores.
Salmo 25:14 RVR1960| La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.
Conocerlo no es sólo recibir experiencias sobrenaturales, sino dejar que Él cambie tu carácter, sino que Él te transforma desde dentro, arrancando la amargura, sanando heridas, rompiendo cadenas, y produciendo en ti el fruto del Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre y templanza. Donde tú ves imposibilidad, Él ve un terreno fértil para manifestar el poder de Dios.
Gálatas 5:22-23 RVR1960|22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
No puedes cumplir el llamado de Dios en tus fuerzas, sino que el Espíritu Santo te prepara para tu propósito. Necesitas al Espíritu Santo, porque Él es el que te unge, el que abre puertas, el que te da valentía cuando tienes miedo, y el que te recuerda quién eres en Cristo, sin Él, el ministerio se vuelve rutina, las oraciones vacías y tu vida misma se estanca; con Él, cada día se convierte en una misión sobrenatural, y una experiencia extraordinaria.
Hechos 1:8 RVR1960| pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Amado lector, el Espíritu Santo no quiere ser un misterio para ti, quiere ser tu compañero diario, tu consejero fiel y tu maestro eterno. Si hoy le pides con sinceridad: Enséñame a conocerte; prepárate para que Él abra tus ojos, te llene de Su fuego y transforme tu vida de una manera que jamás imaginaste. Oremos juntos, Espíritu Santo, hoy me acerco a ti con humildad, reconozco que muchas veces te he ignorado o no he sabido escucharte, pero hoy clamo: Enséñame a conocerte. Quiero sentir tu presencia más real que nunca, escuchar tu voz más clara que el ruido de este mundo y caminar de tu mano en cada decisión. Sé mi Maestro, mi Consolador y mi Amigo. Te entrego toda mi vida para que hagas tu obra en mí, en el nombre de Jesús, amén.
Romanos 8:14 RVR1960|Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son hijos de Dios.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960