Fuego que custodia y gloria que habita

Zacarías 2:5 RVR1960|Yo seré para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.

Cuando el profeta Zacarías recibió esta visión, Jerusalén estaba apenas saliendo de las sombras del exilio. Sus murallas yacían en ruinas, los portones quemados, el eco de la humillación todavía flotaba en el aire, todo lo que alguna vez fue símbolo de identidad y seguridad parecía perdido; sin embargo, en ese escenario de fragilidad y despojo, Dios levantó Su voz con una declaración gloriosa: Yo mismo seré muro de fuego en derredor, y para gloria estaré en medio de ella.

Dios no habló primero de reconstruir piedras ni de restituir ejércitos, habló de Él mismo tomando el lugar de sus muros; no envió un ángel para protegerlos; Él se convirtió en su defensa, esto revela algo profundo: Dios no depende de estructuras físicas ni de métodos humanos para proteger lo que le pertenece. Su presencia es suficiente para defender, purificar y restaurar.

Salmos 34:7 RVR1960|El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, Y los defiende.

Un muro de fuego no es una cerca decorativa, es fuego santo: ardiente, vivo, impenetrable. Todo lo impuro, lo enemigo, lo que intente acceder sin autorización, es consumido. Lo que amenaza destruirnos, debe primero enfrentarse con el Dios que arde alrededor nuestro. Y no solo se coloca alrededor. Dice: para gloria estaré en medio de ella. Esto es lo que distingue a quienes le pertenecen, No solo estamos protegidos, sino habitados. Donde el mundo ve ruinas o vulnerabilidad, Dios habita con Su gloria, y Su gloria es Su presencia visible, Su peso, Su majestad, Su favor. Es la evidencia de que no estamos abandonados ni a merced de las circunstancias.

El muro de fuego y la gloria en medio, son dos aspectos de la misma realidad, Dios es nuestro todo, no tenemos que construir defensas humanas para mantenernos a salvo, ni vivir aterrados por lo que pueda entrar en nuestra vida. 

Salmos 46:1 RVR1960|Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

Quizá hoy sientes que ciertas áreas de tu vida quedaron expuestas o desprotegidas; relaciones rotas, sueños derrumbados, reputación herida, miedos que parecen entrar sin permiso. Pero anhelo que recibas esta Palabra: Dios es muro de fuego alrededor de ti. Lo que ha quedado en ruinas no define tu final, la gloria del Señor sigue estando en medio de tu vida, y esa gloria es más poderosa que cualquier pérdida, ataque o deshonra.

No es la ausencia de problemas lo que nos define, sino la presencia de Dios, Su muro de fuego no es solo protección, es señal de que eres Suyo, separado, apartado para Su propósito; allí donde ardía el fuego de juicio, ahora arde Su fuego de protección.

Amado lector, no busques levantar tus propios muros, no necesitas demostrar fortaleza para ser defendido. Dios mismo es tu defensa y tu gloria, deja que Su fuego arda a tu alrededor y que Su presencia habite en tu interior. Vive confiado, no estás sitiado por tus problemas, sino rodeado por Su fuego y lleno de Su gloria. Esa es tu verdadera victoria. Amén.

Deuteronomio 4:23- 24 RVR1960|23 Guardaos, no os olvidéis del pacto de Jehová vuestro Dios, que él estableció con vosotros, y no os hagáis escultura o imagen de ninguna cosa que Jehová tu Dios te ha prohibido. 24 Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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