1 Juan 1:9 RVR1960|Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Existen prisiones que no tienen barrotes de hierro, ni puertas cerradas con candados, son prisiones del alma, hechas de culpa persistente. A veces, aunque Dios ya nos ha perdonado, seguimos cargando un peso en … Continúa leyendo Cadenas invisibles: El arma de la culpa persistente