Lucas 15:4 RVR1960|¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
En un mundo donde se nos enseña a aceptar las pérdidas como parte de la vida, Jesús nos presenta una mentalidad completamente diferente. Él no se conforma con lo que queda. Él no hace las cuentas por mayoría. Si algo se perdió, su amor lo mueve a actuar, a buscar, a recuperar. En esta parábola, el Maestro nos revela el corazón del Padre, un corazón que no se rinde, que no se acomoda, que no tolera la pérdida sin hacer algo al respecto. Este mensaje es para ti que quizás estás pensando que lo que perdiste ya no volverá, que lo que anhelabas no era para ti o que debes aprender a conformarte. ¡No! El Señor te dice hoy: “No te conformes. Hay más. Yo voy por más, y tú también puedes hacerlo.”

Pero son cien ovejas… – Lo que tienes no es excusa para no luchar por lo que falta. Jesús comienza la parábola resaltando que el pastor tenía cien ovejas. No le faltaban recursos, no estaba en escasez. ¡Tenía mucho! Pero no permitió que la abundancia lo volviera indiferente a la pérdida. Cuántas veces pensamos: “Ya tengo esto, para qué luchar por lo otro”, o “me fue mal en esto, pero al menos tengo aquello.” Pero Dios no nos llama a vivir con mentalidad de resignación, sino de plenitud. El enemigo quiere que aprendas a vivir con menos de lo que Dios te prometió. Pero si Dios dijo que ibas a tener cien, no aceptes 99 como tu realidad permanente.
Juan 10:10 RVR1960|El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Solo perdiste una de ellas… – Aceptar la pérdida no es rendirse a ella. Jesús reconoce que se perdió una oveja. No lo oculta. No lo ignora. La pérdida es real. Pero el enfoque no está en la pérdida, sino en la reacción ante ella. Muchos han perdido la pasión, el gozo, la fe, un sueño, una promesa, una relación. Y en vez de ir tras ello, se han resignado, han puesto punto final donde Dios solo había puesto una coma cómo pausa. Dios no ignora tu dolor. Pero tampoco quiere que te quedes paralizado ante él. Hay algo perdido, sí, pero también hay una salida: ¡Ir tras ello!
Hebreos 12:12-13 RVR1960|12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado.
Deja las noventa y nueve en el desierto… – Hay que salir de la zona de confort para recuperar lo que se ha perdido. Esta parte es poderosa, porque el pastor deja lo seguro, lo que tiene bajo control, y se arriesga. El desierto no es el lugar ideal para dejar a las ovejas, pero la urgencia de recuperar la que falta supera el deseo de comodidad. Recuperar lo perdido a veces requiere riesgos, esfuerzo, lágrimas, incomodidad y sobre todo romper con la mentalidad de conformismo. Dios nos está llamando a una fe que se mueve, que sale de lo establecido para alcanzar lo sobrenatural. A veces tendrás que dejar algo atrás por un momento, para obedecer la voz de Dios que te impulsa a ir tras aquello que se desvió. Hay lugares incómodos que deberás atravesar para ver el milagro cumplido, en tu vida y en los tuyos.
2 Corintios 5:7 RVR1960| (porque por fe andamos, no por vista);
Y va tras la que se perdió, hasta encontrarla. – No es solo intentarlo: es perseverar hasta recuperarlo. El pastor no da una vuelta simbólica, ni intenta una sola vez. Él va hasta encontrarla. La fe que agrada a Dios no se detiene ante el primer obstáculo. No se conforma con intentarlo. Persevera hasta obtener respuesta.
¿Te cansaste de orar? ¿Te cansaste de intentar? ¿Te rendiste con facilidad? Dios hoy te recuerda que Él no se detiene hasta encontrarte, y que tú tampoco deberías detenerte hasta ver la restauración completa en tu vida. Hoy es tiempo de volver a buscar. De volver a creer. De volver a levantarte. De dejar atrás la resignación y la comodidad y salir con fe a recuperar lo que el enemigo te robó. ¿Se te perdió la esperanza? ¿El llamado? ¿La intimidad con Dios? ¿Un ser querido que aún no conoce al Señor? ¡No te conformes! Ve tras eso en oración, en obediencia, en fe activa. Dios no ha terminado contigo, y si Él no se detiene, tú tampoco debes hacerlo.
Lucas 18:1 RVR1960|También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar,
Amado lector, Jesús nos muestra que una sola oveja es suficiente razón para accionar. Si Él no se rinde, ¿por qué lo harías tú? Tu tienes promesas que aún no has visto cumplidas. Tienes un llamado que aún no ha terminado. Tienes una familia que aún puede ser salva. ¡No te conformes! Dios va por más… y tú también puedes hacerlo. Oremos juntos, Padre Celestial, gracias por enseñarme que no te detienes ante la pérdida. Gracias porque cuando yo me perdí, tú viniste tras de mí. Hoy te pido que renueves mi fuerza, mi fe y mi pasión para no conformarme con lo que tengo, sino avanzar con valentía hacia lo que aún falta. Perdóname por las veces que me resigné, que me rendí, que solté, que bajé los brazos. Hoy decido levantarme y salir con tu Espíritu a buscar lo que me pertenece en ti: mis sueños, mi llamado, mi identidad, mi propósito, mi gozo. No me conformo con las 99, ¡voy por la que falta! En el nombre de Jesús. Amén.
Gálatas 6:9 RVR1960|No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.
Con amor,
Sandra Patricia Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960