Dios ha puesto sus ojos sobre ti

2 Crónicas 7:15-16 RVR1960|15 Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos mis oídos a la oración en este lugar; 16 porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.

La Biblia nos expresa en este pasaje que Dios le habla al rey Salomón después de la dedicación del templo, asegurándole que sus ojos y oídos estarán atentos a la oración hecha en ese lugar. Pero más allá de las paredes físicas de un templo, este mensaje resuena con poder para nosotros aún al día de hoy: Él ha puesto sus ojos sobre cada uno de nosotros. Eligiendo cómo morada nuestros corazones por medio de Su Espíritu Santo, y desea una comunión constante, no solo en momentos de urgencia o desesperación, sino en todo tiempo.

Hoy en día, muchos ven la oración como una herramienta de emergencia, una varita mágica que se agita cuando todo va mal. Pero la oración no es una fórmula rápida para obtener lo que queremos; ni mucho menos un manual de 3 puntos claves; la oración es una relación continua con el Padre. Es en ese diálogo diario donde encontraremos dirección, consuelo, corrección, y sobre todo, su presencia transformadora.

1 Tesalonicenses 5:17 RVR1960|7 Orad sin cesar.

Dios ha prometido estar atento a tus oraciones, pero no como un proveedor automático, sino como un Padre que anhela caminar contigo, revelarte su voluntad y moldearte según su propósito. Él no solo escucha cuando hablamos; Él mira con amor cada paso que damos, cada decisión, cada clamor. Sus ojos y su corazón están siempre con nosotros. Por eso, no podemos conformarnos con oraciones simples, rápidas o superficiales. Debemos cultivar una vida de intimidad, una comunión constante que transforme nuestro carácter y testifique al mundo que caminamos bajo su dirección. Las personas a nuestro alrededor necesitan ver que no solo oramos por lo que queremos, sino que vivimos conforme a la voluntad divina de Aquel que nos llamó.

Mateo 6:6 RVR1960| Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.

Cuando mantenemos esa comunión viva, Dios nos guía, nos fortalece, y nos usa como testigos de Su fidelidad. Somos llamados a reflejar que Él habita en nosotros, que su nombre está sobre nosotros, y que Su mirada nos sostiene. Que cada palabra y acción en nuestra vida es una evidencia de una relación profunda con Dios. 

Hoy te animo a que examines tu vida de oración. ¿Has estado buscando a Dios solo en problemas? ¿O estás caminando con Él cada día, escuchando Su voz y buscando Su dirección? Tómate unos minutos para hablar con Dios, no para pedirle algo, sino para simplemente estar con Él. Haz un compromiso de desarrollar una vida de oración profunda y constante. Decide hoy ser una casa donde habita su presencia.

Santiago 4:8 RVR1960|Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones.

Amado lector, Dios no está distante ni indiferente. Él ha dicho claramente que sus ojos y su corazón están contigo para siempre. No eres invisible para el cielo. Tu oración es escuchada, tu caminar es observado, tu vida es valorada por el Dios eterno. Pero más allá de ser oído, eres llamado a vivir en comunión con Él, a convertir tu vida en un altar de adoración y obediencia. No vivas una fe de emergencias. Vive una relación profunda y constante. Oremos juntos, Padre Celestial, gracias por poner tus ojos y tu corazón sobre mi vida. Ayúdame a no buscarte sólo cuando tengo necesidad, sino a vivir en comunión constante contigo. Enséñame a orar con sinceridad, a buscar tu voluntad, y a caminar cada día como un verdadero testimonio de tu presencia. Que otros vean en mí el reflejo de alguien que vive de rodillas, no por rutina, sino por relación y revelación. En el nombre de Jesús, amén.

Salmos 37:5 RVR1960|Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

Deja un comentario