Un Corazón adorador: Más allá de las emociones

La verdadera adoración implica rendirse a Dios en espíritu y en verdad, más allá de las emociones y circunstancias. No se trata de performances, sino de una conexión genuina con Él. Adorar es una decisión que refleja autenticidad y fe, y Dios busca corazones sinceros, incluso en los momentos difíciles.