Dios te ha hecho más fuerte que el diamante

Ezequiel 3:9 RVR1960|Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque son casa rebelde.

Hay momentos en la vida donde el desánimo toca a nuestra puerta, y no siempre caminamos por campos florecidos. A veces, somos enviados por Dios a terrenos duros, áridos y secos, rodeados de personas difíciles, circunstancias complejas y batallas que pareciera difícil de superar. Así estaba el profeta Ezequiel. Dios lo llamó a profetizar a una generación endurecida, rebelde, desobediente. Era un ambiente hostil, donde lo más fácil sería callar, esconderse o simplemente rendirse. Pero Dios, que conoce el corazón humano y las batallas del alma, no solo llama: Él capacita. Y en este versículo, el Señor hace una promesa poderosa: He hecho tu frente como diamante, más fuerte que pedernal. En otras palabras, te he hecho más duro que cualquier obstáculo, más resistente que cualquier oposición.

¿Por Dios lo compara con un diamante?
El diamante es el mineral natural más duro conocido por el hombre. Se forma bajo enormes presiones y temperaturas, en lo profundo de la tierra. ¿Te suena familiar? Muchas veces, Dios permite presiones y procesos intensos en nuestras vidas no para destruirnos, sino para formar en nosotros un carácter inquebrantable. Lo que estás viviendo hoy no es en vano. La presión que enfrentas, las pruebas, los rechazos, las lágrimas que has derramado en silencio, en medio de la oscuridad y soledad, están formando algo glorioso dentro de ti. Están sacando lo mejor de tu espíritu. Están refinando tu fe. Están haciendo tu frente, tu determinación, tu valentía, tu resistencia, tan firme como el diamante. ¡No te vencerán!

2 Timoteo 1:7 RVR1960|Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Dios te equipa para la batalla. Cuando Dios te llama a un lugar difícil, no lo hace con las manos vacías. Él te reviste de fortaleza, de poder, de autoridad espiritual. Así como al profeta Ezequiel, Dios te reviste hoy con una frente de diamante, con una mentalidad firme, con una fe que no retrocede. No temas si la gente no te entiende. No desmayes si algunos se burlan de tu fe. No te detengas si el camino se pone estrecho. El Señor ya te preparó. Te ha hecho fuerte. Te ha dado un espíritu que no se quiebra fácilmente. Te ha dado palabras en tu boca, fuego en tu alma y propósito en tus pasos. Dios no te llamó para ser uno más. Te llamó para marcar la diferencia en un mundo endurecido y ensordecido ante la santidad. Aunque estés rodeado de incredulidad, tú eres la antorcha encendida por Él. Aunque te rodeen palabras negativas, la voz de Dios en ti debe resonar más fuerte.

No estás solo. Una de las armas más usadas por el enemigo es el sentimiento de abandono. Pero quiero decirte en el nombre de Jesús: ¡Dios no te ha abandonado! Aunque a veces no lo sientas, Él está contigo. Aunque no entiendas los por qué de lo que estás viviendo, Él sigue obrando. Aunque te hayan fallado tu pareja, tu familia, tus amistades, tus compañeros, Dios permanece fiel. Cuando todos se alejan, Él se queda. Cuando tu fuerza parece acabarse, Él las renueva. Cuando tus lágrimas caen, Él las recoge. Cuando sientes que no puedes más, Él te toma de la mano y te levanta, y te dice: ¡No temas!

Salmos 118:6 RVR1960| Jehová está conmigo; no temeré Lo que me pueda hacer el hombre.

Él te hace imparable. El propósito de Dios en tu vida no está condicionado por las opiniones de otros ni por tus emociones temporales. Lo que Él ha dicho sobre ti es firme, es eterno y se cumplirá. Así como fortaleció al profeta Ezequiel, Él te fortalece a ti para cumplir tu asignación en la tierra. La oposición no es señal de fracaso, sino confirmación del llamado. El rechazo no es el final, es una etapa en el proceso. La incomodidad no es un castigo, es una invitación a crecer. No estás derrotado; estás siendo moldeado para la victoria.  Cuando ya no puedes más, Él es tu fuerza. No se trata de que tengas toda la fuerza humana. Se trata de que te mantengas conectado a la fuente de toda fuerza: Dios. Aunque a veces sólo puedes decir: Señor, ayúdame, con eso basta. Dios no te está pidiendo que seas perfecto, sino que seas disponible. Él no está buscando gigantes, sino corazones dispuestos. Él no necesita multitudes para hacer milagros, necesita a un Ezequiel con una frente de diamante, que diga: Aquí estoy, Señor, envíame a mí.

Amado lector, levántate con determinación. Hoy Dios te dice: He hecho tu frente como diamante, no tengas miedo, no estás solo. Que estas palabras retumben en tu alma. Que te sacudan por dentro y despierten lo que el enemigo intentó dormir. Tú eres más fuerte de lo que crees. Fuiste diseñado para esta batalla. Tienes la marca del cielo. No hay gigante que pueda contigo cuando estás de rodillas en oración y de pie en fe. Levanta tu cabeza. Llénate de valor. Afirma tu paso, porque mayor es el que está contigo que aquel que está en el mundo. Amén.

Efesios 6:10 RVR1960| Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Con amor,
Sandra Patricia Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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