Esta Devocional reflexiona sobre la envidia que sienten los justos al ver prosperar a los impíos, como Asaf en Salmo 73. Se anima a confiar en Dios, recordando que aunque las luchas son reales, cada esfuerzo tiene propósito y recompensas eternas. El proceso de formación divina fortalece la fe, asegurando un futuro prometedor.