La autoridad delegada por Cristo

Mateo‬ ‭18‬:‭18 RVR1960|‬ ‭De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

Cristo ha delegado la autoridad a su iglesia y el poder del Reino de Dios manifestado en ella. La expresión «atar» y «desatar» no se refiere meramente a decisiones humanas, sino a la alineación de la iglesia con los propósitos divinos. Dios ha otorgado a su pueblo una autoridad espiritual que no es propia, sino delegada por Cristo mismo. Por ello, cuando la iglesia actúa en disciplina, perdón y restauración, debe hacerlo bajo la dirección del Espíritu Santo, asegurándose de que sus acciones reflejan la voluntad de Dios en el cielo.

Una autoridad con implicaciones eternas. Las decisiones tomadas en la iglesia no son triviales; tienen un impacto eterno. Cuando la congregación decide restaurar a alguien o, en casos extremos, excluirlo debido a un pecado no arrepentido, esta acción está conectada con lo que Dios ya ha determinado en el cielo. Esto nos muestra que la autoridad de la iglesia no es simplemente un poder humano, sino un poder espiritual que refleja la soberanía de Dios. 

Colosenses 3:17 RVR1960| Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.

La importancia de la reconciliación. El contexto de Mateo 18:18 enfatiza la seriedad del pecado, pero también el anhelo de Dios por la reconciliación. El objetivo no es la condenación, sino la restauración. Cuando la iglesia disciplina a un creyente, lo hace con amor y en busca de su restauración, no con un corazón de juicio. Jesús nos enseña que el objetivo no es la condena, sino la restauración. Cuando una persona se arrepiente, la iglesia tiene la responsabilidad de «desatar» su vida, liberándola del peso del pecado y restaurándola en amor. Así reflejamos el corazón misericordioso de Dios, quien es justo pero también abundante en gracia. 

Gálatas 6:1 RVR1960|Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.

Unidad y responsabilidad colectiva. Jesús no delegó esta autoridad sólo a los líderes, sino a toda la iglesia. La comunidad de creyentes tiene la responsabilidad de preservar la santidad y la unidad del cuerpo de Cristo. Las decisiones de «atar» y «desatar» no deben tomarse de manera autoritaria o individualista, sino con oración, sabiduría y el consenso de la congregación. La disciplina y el perdón no deben tomarse de manera aislada o autoritaria, sino que deben ser fruto de la sabiduría colectiva y el amor mutuo. Esto subraya que la iglesia es un cuerpo, y cada miembro tiene un rol en la preservación de la santidad y la reconciliación.

Mateo 18:20 RVR1960| Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

Amado lector, Mateo 18:18 nos recuerda el poder que Cristo ha dado a su iglesia, pero también la gran responsabilidad que conlleva. No se trata solo de restaurar relaciones humanas, sino de vivir en alineación con los propósitos de Dios. Ejercitemos esta autoridad con amor, discernimiento y unidad, asegurándonos de que nuestras acciones sean guiadas por su presencia y reflejen el carácter de Cristo. Que la iglesia del Señor camine en el poder y la autoridad que le ha sido dada, siempre bajo la guía del Espíritu Santo y con el amor de Cristo como fundamento. Amen.

Mateo 16:18 RVR1960|Y yo también te digo, que tú eres Pedro,[a] y sobre esta roca[b] edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.

Con amor,
Fabio R. Ventura

Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960

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