1 Juan 4:20 RVR1960|Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
El amor hacia Dios no puede separarse del amor al prójimo. Juan nos deja una advertencia clara: decir que amamos a Dios mientras guardamos rencor, indiferencia o desprecio por los demás es una contradicción. El amor a Dios no se trata solo de palabras, sino de acciones visibles y concretas en nuestra vida diaria. Dios nos ha llamado a amar como Él nos ama: con paciencia, misericordia y gracia. ¿Cómo podemos afirmar que estamos llenos del amor de Dios si no somos capaces de mostrar ese mismo amor a quienes nos rodean?

1. El amor a Dios se refleja en nuestra forma de tratar a los demás. Jesús enseñó que el segundo mandamiento más importante es: Mateo 22:39 Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Nuestro amor a Dios se hace visible cuando elegimos perdonar, servir y bendecir a otros, incluso cuando nos resulta difícil. No podemos decir que conocemos a Dios si nuestro corazón está lleno de resentimiento o amargura contra alguien.
2. Un amor que transforma nuestras relaciones. Cuando recibimos el amor incondicional de Dios, no podemos seguir tratando a las personas de la misma manera. Su amor nos transforma y nos impulsa a amar sin condiciones. La Palabra nos dice en Colosenses 3:13 Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro; de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros. Amar al prójimo no significa que siempre será fácil, pero sí significa que estamos dispuestos a ver a las personas con la gracia con la que Dios nos mira a nosotros.
Amado lector, ¿Cómo estás amando a los demás? Examina tu corazón hoy. ¿Hay alguien a quien necesitas perdonar? ¿Hay alguna relación que necesitas restaurar? No permitas que el orgullo o el haber escuchado una sola versión te impidan reflejar el amor de Dios. Hoy es el día para demostrar el amor de Dios en tu vida. No con palabras vacías, sino con hechos. Que los demás puedan ver en ti el amor de Cristo reflejado en tu manera de hablar, actuar y vivir. Oremos juntos: Señor, enséñame a amar como tú me amas. Ayúdame a reflejar tu amor en cada relación y a ser un canal de bendición para los demás. Quita de mi corazón toda amargura y rencor, y lléname con tu amor inagotable. En el nombre de Jesús, amén.
1 Pedro 4:8 RVR1960| Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960