1 Juan 4:19-20 RVR1960|19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 20 Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
El amor es una palabra que se usa con frecuencia en nuestra sociedad, pero ¿cuántas veces hemos experimentado un amor distorsionado, condicional o incluso dañino? Muchas personas han sido heridas por relaciones marcadas por el egoísmo, la manipulación o el engaño. Sin embargo, la Biblia nos revela que hay un amor puro y transformador, y este es: El amor de Dios. El apóstol Juan escribió esta carta a la iglesia para afirmar su identidad en Cristo y enseñarles cómo se manifiesta el amor verdadero en la vida de un creyente. Este pasaje, nos recuerda que el amor genuino comienza con Dios y que nosotros solo podemos amar porque Él nos amó primero.

Un amor que nos transforma
Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero (1 Juan 4:19).
Este versículo nos enseña una verdad fundamental: Dios tomó la iniciativa en amarnos. No nos ama por lo que hacemos o dejamos de hacer, sino porque Él es amor (1 Juan 4:8). Su amor no es temporal ni condicionado, sino inmutable y eterno. Si alguna vez has sentido que no eres digno del amor de Dios por tus errores o fracasos, recuerda que su amor no depende de ti, sino de Él. No importa lo que hayas hecho o lo que estés atravesando, su amor sigue intacto y disponible para ti.
Rompiendo con el amor tóxico
El problema es que muchas veces nos aferramos a formas de amor que no reflejan el carácter de Dios. Nos dejamos engañar por el enemigo, creyendo que el amor se gana con esfuerzo o que, cuando fallamos, Dios deja de amarnos. ¡Nada más lejos de la verdad!
Si en tu vida has experimentado relaciones tóxicas, sentimientos de rechazo o un concepto distorsionado del amor, hoy Dios te invita a desechar todo amor falso y abrazar el amor genuino que sólo Él puede darte. Su amor sana heridas, restaura corazones y te llena de identidad.
Un llamado a reflejar el amor de Dios
Dios no solo nos ama, sino que nos llama a amar a los demás con ese mismo amor. No podemos decir que amamos a Dios y al mismo tiempo guardar odio, rencor o desprecio hacia otros. El amor de Dios en nosotros debe reflejarse en nuestra manera de tratar a los demás.
Amado lector, hoy es el día de tomar una decisión: deja atrás el amor tóxico del mundo y abraza el amor perfecto de Dios. No permitas que las mentiras del enemigo te hagan dudar de lo valioso que eres para Él. Su amor es constante, eterno e inquebrantable. Oremos juntos, Señor, hoy decido dejar atrás cualquier concepto equivocado del amor y recibir el amor puro y transformador que tienes para mí. Ayúdame a amarte más cada día y a reflejar tu amor en mi vida. En el nombre de Jesús, amén.
Con amor,
Fabio R. Ventura
Abreviaturas de las diferentes Biblias utilizadas:
RVR1960|Reina-Valera 1960