Rompiendo las cadenas del dolor y el perdón

El dolor de la traición es profundo y puede atrapar nuestras mentes en un ciclo de enojo y tristeza. Sin embargo, el perdón, apoyado por la fe en Cristo, es esencial para encontrar paz y libertad. Al entregarle a Dios nuestro dolor y luchas, podemos romper las cadenas que nos mantienen cautivos.